"Se identificó un vacío de datos en poblaciones importantes, y, a partir de eso, se hicieron las investigaciones", explicó Laura Sánchez, asesora en VIH del Fondo de Población de Naciones Unidas (Unfpa).
El estudio con privados de libertad mostró vulneración de los derechos humanos de personas sexualmente diversas en cuanto al ejercicio de su sexualidad y detectó discriminación.
"Las personas privadas de libertad que viven con VIH están satisfechas con la atención médica, sin embargo, consideran que no hay una atención integral en VIH (nutrición, psicología, etc.) y se evidencia la necesidad de un programa de pares", cita el informe.
La investigación en los indígenas Ngäbe-Buglé reveló vacíos importantes.
"El 45,8% de las mujeres y el 25% de los hombres no sabían lo que era un condón masculino", dijo Carlos Van der Laat, de la División de Salud y Migración de la Organización Internacional para las Migraciones, una de las entidades encargadas del estudio.
Finalmente, el reporte sobre calidad de vida en ticas con VIH reveló que las mujeres carecen de apoyo psicológico y emocional.
"La investigación muestra que están en pobreza o pobreza extrema. Esto no les permite tener una alimentación adecuada acorde con su tratamiento. Muchas ni siquiera le cuentan a sus familias e incluso a sus parejas que son portadoras del virus", comentó Laura Sánchez, asesora en VIH del Unfpa.