El estudio se publicó en la revista Journal of Neuropathology & Experimental Neurology y fue desarrollado por científicos del grupo de investigación de enfermedades neurovasculares del hospital de la Vall d’Hebron, en Barcelona.
Mapeo general. Según se desprende de la investigación, algunas de esas proteínas corroboran los hallazgos previos en modelos de animales; otras se observaron por primera vez, aunque eran predecibles, y un tercer grupo supone nuevos retos ya que todavía no han sido identificadas.
El equipo de investigadores analizó las muestras con la ayuda de técnicas masivas sobre todo el mapa de proteínas presente durante un infarto cerebral.
Ese mapa se elaboró con una técnica que permite que las proteínas aparezcan marcadas con fluorescencia. De este modo es posible observar y comparar las modificaciones de expresión de las proteínas presentes en el tejido afectado por el infarto en contraste con las que se encuentran en muestras sanas.
El director del estudio, Joan Montaner, declaró que que los hallazgos obtenidos “son importantes” porque en gran parte confirman, en muestras humanas, lo que ya habían descubierto este y otros grupos de investigación en modelos animales.
El siguiente paso dentro de esta investigación es establecer en el futuro cuáles de esas proteínas se pueden convertir en marcadores que puedan ayudar a hacer un diagnóstico del infarto cerebral.
Esa enfermedad causa la muerte de 5,7 millones de personas en todo el mundo.