Limitar las emisiones globales de dióxido de carbono producidas por actividades humanas a 15 Gigatoneladas por año en el 2050 ---un nivel que muchos estudios muestran que podría ayudar a reducir el calentamiento global a unos dos grados centígrados por encima de los niveles previos a la era industrial--, le costaría $2 billones por año al mundo.
Ese monto de dinero representaría aproximadamente el 1% del PIB mundial en el 2050.
Así lo estima un estudio del Imperial College de Londres, que hizo los cálculos considerando qué tecnologías e intervenciones son necesarias para llegar a esa meta.
Por ejemplo, cita el autor del informe, Nilay Shah, en el sitio de ese centro académico, el despliegue de energías renovable y nuclear, así como tecnologías para la captura y el almacenamiento del carbono.
El informe también exige que los procesos de fabricación industrial, los sistemas de calefacción y el transporte sean cada vez más impulsados por electricidad de baja emisión de carbono y que todos los sectores redoblen esfuerzos para ser eficientes energéticamente.
Si no se hacen esas modificaciones, las emisiones globales de dióxido de carbono aumentarán a unas 50 Gigatoneladas por año hacia el 2050 y el uso global de combustibles fósiles aumentará un 50% respecto a los niveles actuales, en lugar de reducirse en casi un 40%, como se requiere.