El octavo 'Big Bang Theory'

Sheldon Cooper (Jim Parsons) no soportó los cambios en su entorno: el compromiso de Leonard (Johnny Galecki) y Penny (Kaley Cuoco); el cambio de su área de investigación y el incendio de la tienda de historietas.

La única manera que encontró el peculiar físico teórico para enfrentarlos fue montarse sin rumbo en un tren y marcharse “para siempre”.

Solo que ese “para siempre” resultó ser 45 días; el ir a ningún lado se acabó en Arizona. Su reaparición después del viaje será, cuando menos, incómoda (solo un poco para él; para los demás, mucha).

La interrupción de la locomotora es el nombre de la primera parte del estreno de la octava temporada de la comedia The Big Bang Theory.

Este episodio retoma la trama en el punto exacto en el quedó en el capítulo final de la sétima temporada: la desesperada huida del excéntrico Sheldon Cooper.

La segunda parte de esta primera emisión se llama La solución del profesor novato. En esta, veremos a Sheldon reconvertido en un profesor de Física; pero lo más divertido será ver el alumno que llega a su clase.

En estos dos episodios también seremos testigos de la “especial” relación que se da entre Stuart (Kevin Sussman) y la demandante madre de Howard.

Recordemos que a Stuart se le incendió su tienda de cómics, que era su casa, y se ofreció a cuidar la señora Holowitz, mientras él se levantaba de esa circunstancia y ella se recuperaba de un accidente.

Aunque habrá otros cambios en la serie –uno hará correr despavorido a Sheldon al final del primer episodio – , no se prevé una boda de Leonard y Penny y tampoco se espera un hijo para Howard y Bernadette (Melissa Rauch), según explicó el productor ejecutivo, Steve Molaro en el sitio de la CBS.

Dos capítulos son como una especie de guiño para los fanáticos, debido a la incertidumbre que rodeó el inicio de las grabaciones de la serie (que al menos tendrá dos años más).

Esta nueva temporada de los geeks más famosos de la televisión sale al aire luego de que todo el elenco negociara aumentos salariales. A Parsons, Galecki y Kuoco les fue mejor que a todos, pues triplicaron sus honorarios y devengan un millón de dólares por episodio.

Como bien apuntó el portal 20minutos.es, ellos entraron a territorio Friends o al del mismísimo Charlie Sheen con esos sueldos.