San José
La segunda edición del Mercedes Benz Fashion Week San José, evidencia, a primeros rasgos, una distintiva evolución, considerando el montaje, iluminación y graderías. Mucha expectativa, mezclada con nervios, carreras, imprecisiones de logística y la desinformación para atender las diferentes demandas de los medios, formaron parte del primer día.
Sin embargo, el entusiasmo y la disposición por superar los obstáculos eran evidentes, aún en rostros estresados. Este es un recuento de lo más importante que mostraron algunos de los diseñadores en el primer día.
Agua Bendita. Provenientes de Colombia, y con una trayectoria de más de 10 años, fueron las encargadas de dar inicio a la jornada. El trabajo de las diseñadoras Catalina Álvarez y Mariana Hinestrosa ya se ha visto en Colombia Moda y en el Miami Fashion Week, donde es evidente la explosión de color y gen de la firma. Se nota el empeño y la exploración constante al confeccionar indumentaria para la playa y no quedarse meramente en el traje de baño.
Es allí donde resaltamos su labor. En esta ocasión, la profusión de tejidos en pantalones, túnicas, mantas, grandes enaguas y cárdigans para esos eventos que surgen a la hora de disfrutar de la playa y, por qué no, el verano en la ciudad. Las mostacillas, canutillos, brillos y bordados insisten no solo en la textura, sino también en dar aún más vida colorista.
Michell de Matheu. Esta diseñadora costarricense tenía todas las miradas afiladas sobre su trabajo, luego de realizar el diseño y la confección del vestido que utilizó Mercedes Peña, primera dama de la nación, en el Traspaso de Poderes.
Se percibe la mezcla de la herencia europea y latina en su trabajo. Pantalones de talle alto y botas amplias, en cortes que estilizan a la mujer. Jump suits o bragas entallados en grandes fajones con aplicaciones importantes de pedrería. Una invitación a la mujer costarricense a perder su temor por “accesorizarse”.
Espaldas descubiertas con efecto que imprimen glamour. El azul intenso es protagónico, pero también aparecen negros, piel y rojo. Se aprecia también el uso de fulares y pequeñas caídas a modo de capas con efecto arquitectónico. Hubo algunas prendas con deficiencias en los ruedos. Fabiola Urbina creó los tocados especialmente para esta colección.
Álvaro Núñez - Autóctono. Los colores del atardecer, naranjas, amarillos, morados, para cerrar con el café como una referencia a la noche, forman parte de las tonalidades de los tejidos que definen su nueva colección.
Bolsos, carteras tipo sobre con terminaciones de borlas de hilos, weekenders y messengers fueron presentados con túnicas en colores enteros, como marco para resaltar aún más la luz del tejido y ensamblaje de cuero y herrajes que conforman un proceso que no solo se queda en lo étnico, sino en el desarrollo de moda desde la perspectiva artesanal, como una propuesta estilizada, urbana y de carácter universal.
Julia y Renata. A las chicas de Guadalajara tenemos el placer de conocerlas desde hace más de 15 años, y el tiempo ha sido un aliado para que esté más consolidada su filosofía del cuerpo y la experimentación sin pretensiones.
Piezas de carácter alternativo, sobre las cuales destacamos su impecable corte y confección. Vestidos asimétricos, prendas tipo kimono, batones que aún con la amplitud de sus caídas no dejan de restar femineidad.
Hay una especie de desproporción que no resulta tal, considerando la caída de las telas, y la forma de ajustarlas con nudos tipo “obi” (cinturón de arte marcial). Negros, oro viejo y luego apariciones de tonos beiges en combinaciones con colores pasteles.