A partir de la década de 1950, las obras de los compositores del barroco musical, período histórico que abarca aproximadamente de 1600 a 1750, experimentaron un auge notable en popularidad entre los amantes de la música de arte.
Principal entre los compositores que recobraron su antigua fama se encuentra el veneciano Antonio Vivaldi (1678-1741) y, entre su prolífica producción,
Se trata de una colección de cuatro conciertos para violín, cuerdas y continuo, compuestos en 1723, cuyas texturas instrumentales evocan el clima de los distintos tiempos del año.
Legatarios de una vetusta tradición musical, la estética interpretativa de la agrupación, en cuanto a fraseo, ritmo, sonoridad, dinámica, está más próxima a la de conjuntos como I Musici, uno de los pioneros en la difusión del repertorio barroco en la segunda mitad del siglo XX, que a la de ensambles más recientes, como Il giardino armonico que, valiéndose de los hallazgos de los estudios musicológicos actuales, buscan un acercamiento más “auténtico” a la práctica interpretativa prevalente durante el período barroco.
En todo caso, como conjunto, los Interpreti veneziani exhibieron una integración instrumental impecable; frases redondeadas con esmero; sonido sedoso y templado; prontitud rítmica y gráciles matices dinámicos.
Asimismo, los solistas que se turnaron en
Después de su muerte, la abundante obra de Boccherini cayó en el olvido, pero ha tenido un resurgimiento considerable en los últimos decenios, en especial su música de cámara.
Luigi Boccherini residió largo tiempo en España y la música española influenció su estilo. El conocido
Siguió una versión precisa y desenvuelta del
Para finalizar, Nicola Granillo mostró dotes de virtuoso como solista en la asombrosa ejecución que forjó de
En la versión, la campanilla que da nombre a la pieza fue sustituida por el triángulo. La composición original data de 1826.
Fuera de programa, los Interpreti veneziani complacieron al público numeroso, que aplaudía de manera entusiasmada, con los movimientos conclusivos del