Chosei Komatsu, quien fue director de la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) por siete años, regresará frente a la agrupación este fin de semana.
El artista, a quien se le dio el título de director laureado luego de sus años de gestión, acompañará al colectivo en su décimo concierto de la Temporada Oficial, que se realizará hoy, a las 8 p. m., y se repetirá el domingo, a las 10: 30 a. m. Ambas funciones en el Teatro Nacional.
Con ellos interpretará un repertorio que incluye el Doble concierto en la menor opus 102 para violín, violonchelo y orquesta de Johannes Brahms , Nocturnos de Claude Debussy y la suite Escita opus 20 de Sergei Prokófiev.
Komatsu volvió feliz y aseguró que estar nuevamente en Costa Rica lo llena de emoción, pues aquí cosechó un generoso número de amigos y colegas.
Sobre el pasado no habló mucho, ni siquiera de las diferencias que hubo en algún momento entre él y los músicos.
¿Qué significa este regreso a Costa Rica para usted?
Han pasado casi tres años. Me siento maravilloso de ver de nuevo a mis amigos y colegas de la orquesta de nuevo y hacer música juntos.
Cuando piensa en Costa Rica, ¿qué recuerdos tiene del país?
Recuerdo el gran gusto que tienen por las bellas artes y esa fue una de las razones por las que yo quise ser director titular de su orquesta. Yo guardo un profundo respeto y pienso que los conciertos que dimos en ese tiempo son una prueba de ello. En Costa Rica, la gente se toma todo muy en serio y su gente es muy trabajadora, eso me recuerda mucho a Japón.
¿Cómo ha sido esta nueva reunión con los músicos de la OSN?
Los músicos están en gran forma, nos estamos enfrentando a un repertorio difícil esta semana con obras de Brahms, Debussy... pero nos comprendemos unos a los otro y eso hace el trabajo muy eficiente.
Cuando usted trabajó aquí tenían algunas diferencias. ¿Guarda algún resentimiento?
No. Cuando la prensa escribió acerca de eso nosotros básicamente lo que hicimos fue trabajar fuerte; pusimos el trabajo artístico como prioridad.
¿Es el sonido de la orquesta el mismo de cuando la oyó por última vez o ha mejorado?
Ha habido un buen progreso. No comparo; siento que esto es muy natural no se puede decir si es mejor (el sonido), o no porque cada pieza del repertorio es diferente.
¿En qué proyectos ha estado trabajando desde que usted salió de la Sinfónica?
He estado muy ocupado. Fui a Orquesta Filarmónica de Berlín (ahí dirigió a la Orquesta Filarmónica de Brandemburgo) y he hecho muchas apariciones en la televisión nacional de Tokio, donde vivo actualmente. De Japón me muevo a trabajar en diferentes partes de los Estados Unidos y de Europa.
La orquesta acaba de contratar como director principal a Carl St Clair. ¿Conoce su trabajo?
Nunca lo he conocido personalmente, pero he oído que él hace muy bien su trabajo, sé que tiene una personalidad balanceada, lo cual es maravilloso para los músicos. Pienso que la orquesta se compenetrará bien con él.
¿Qué opinión le merece el repertorio seleccionado para este concierto?
Yo no lo escogí, pero me gusta, especialmente la obra de Prokófiev, pues nunca la había dirigido; es muy desafiante para mi y también para los músicos porque es una pieza muy difícil, lo cual es grandioso. En cuanto a la pieza de Debussy, esta es una obra que conocemos y que saldrá bien. Además, somos muy afortunados de contar con los solistas invitados; son muy experimentados y eso es necesario para interpretar este concierto de Brahams.
¿Qué puede esperar el público?
Será una mezcla del impresionismo francés con Debbussy con la energía de Prokófiev, será muy balanceado.