14/8/2011. Anfiteatro del INBIO. Festival credomatic. concierto de Caminata Romeu, dirigida por Saida Romeu. en la fotografia: Luis liberman. /Pablo Montiel
La Camerata Romeu, orquesta cubana de cuerdas integrada por 18 mujeres, sedujo con talento y carisma al público que acudió al concierto del domingo, en el anfiteatro del INBioparque.
Fue difícil para los presentes no rendirse al sabor del guaguancó, interpretado con un estilo singular para este tipo de orquesta.
La lluvia no diluyó el interés del público para acudir a este concierto vespertino del XXI Festival Credomatic, y ya para las 5 p. m., el escenario estaba lleno, solo aguardando a la directora Zenaida Romeu y sus músicas.
Con un lago de fondo y la brisa fría de una tarde de lluvia, en Santo Domingo de Heredia, a las 5:17 p. m. aparecieron las invitadas; con vestido vino sobre la rodilla y sin partituras, únicamente con los instrumentos y sonrisas en sus rostros.
Lo primero que ofrecieron fue
Zenaida Romeu también tuvo el acierto de dirigirse al público antes de cada interpretación, para comentar detalles de las obras a interpretar y de sus compositores; labor que se complicó un poco por el sonido de la lluvia y la ausencia de un sistema de amplificación.
Los asistentes querían guardar de alguna forma el recuerdo de ese momento; por eso, fueron muchos los que sacaron sus cámaras fotográficas digitales, para retratarlas.
Un buen ejemplo de esa seducción que crearon las cubanas, fue una ciudadana de oro de la primera fila; ella, en medio de una de las ejecuciones más rítmicas, sacó un
Pero una buena parte de la responsabilidad por la empatía que genera la orquesta en los presentes fue de la directora Romeu. Ella es todo carisma, palpable en cada una de sus intervenciones, y aún más cuando toma la batuta y conduce a sus muchachas por un repertorio que va de lo formal a lo popular.
Y sus pupilas saben responderle; ellas, lejos de verse tensas por ejecutar cada una de las obras de memoria, como
La luz del día se esfumó de a poco, y con esta siguieron llegando obras como
Con el vuelo de algunas aves sobre el lago al frente del anfiteatro, la Camerata se despidió, pero tanto cariño del público fue correspondido con