Hace más de seis meses Fabrizzio Berrocal se propuso desarrollar un concepto de traje de gala para que, eventualmente, los jugadores de la Selección Nacional vistieran en su viaje al Mundial de Qatar 2022.
El diseñador costarricense no le había dicho a nadie del proyectos en el que estaba trabajando, tampoco fue que una autoridad deportiva le pidió bocetos: él simplemente tenía un sueño profesional y si quería cumplirlo tenía que ir un paso adelante.
Cuando finalmente tenía diseñada la propuesta, Berrocal la guardó hasta el 14 de junio, fecha en que la Sele clasificó al mundial, tras vencer a Nueva Zelanda en el repechaje. El diseñador recuerda que ese día “crucé todos los dedos y bajé todos los santos para que la selección clasificara”.
“Cuando clasificamos, yo tenía un sentimiento muy bonito, porque algo me decía que íbamos a ser nosotros los que íbamos a vestir a La Sele. Yo todavía no había mandado la propuesta, pero tenía una buena sensación”, afirma.
Fabrizzio recuerda que luego de la clasificación mandó la propuesta por correo electrónico a la Federación Costarricense de Fútbol, con la fe de que las autoridades deportivas vieran lo que planteaba.
Para el diseñador vestir a La Sele representaba un sueño y por eso tenía expectativas tan altas. No era cuestión de un reto profesional, sino de una meta que se había propuesto hace muchos años.
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“Hace cuatro años, cuando fueron al último mundial, me propuse vestir a los jugadores. A mí me apasiona el fútbol y siempre quise tener la oportunidad de vestir a una delegación olímpica de mi país y luego a la Selección, entonces es un sueño que demuestra que con mucha fe en Dios, mucho trabajo, mucho esfuerzo y mucha humildad se puede alcanzar”, asegura.
Cuando finalmente se comunicaron con él para confirmarle que su propuesta había sido del agrado de los directivos y jugadores, Berrocal recibió la noticia con mucha satisfacción y gratitud.
“Me llamaron y me dijeron que habían revisado mi propuesta y que les había gustado mucho. De hecho, la propuesta inicial fue exactamente la que se presentó este martes 25 de octubre, y yo honestamente creo que estamos rompiendo hitos porque es la primera vez en la historia moderna que un diseñador costarricense viste la Selección Nacional. Además, todas las piezas, excepto los zapatos, son diseñadas y confeccionadas aquí”, explica.
Cada traje fue hecho a la medida y, en virtud de la larga distancia del viaje y el clima desértico de Qatar, se buscó que los jugadores se sintieran cómodos. Por ejemplo, no llevan traje, corbata, ni faja. En su lugar, van a utilizar una vestimenta inspirada en la frase “Añita Mikilona”, que significa “Juntos hasta el final” en la lengua indígena bribri, que incluye pantalón tipo jersey con ajustadores (para eliminar la faja), tenis blancas, así como medias que combinan con un pañuelo.
Diseñador de delegaciones
Este es la tercera delegación de deportistas costarricenses que Fabrizzio, de 47 años, viste. Anteriormente vistió a los atletas costarricenses de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 y Tokio 2020.
“La experiencia que hemos tenido con las delegaciones olímpicas nos permitió tener el conocimiento para trabajar con la Selección Nacional, aunque sí hay diferencias: hay jugadores que están fuera del país, es una delegación más grande, tienen una serie de requisitos y necesidades diferentes”, detalla.
Además, el diseñador espera que esta no sea la última vez que vista a una delegación de deportistas y atletas costarricenses, pues es algo que le apasiona.
Ahora espera que su trabajo sea tomado en cuenta para vestir a las futbolistas costarricenses que participarán en la Copa Mundial Femenina de la FIFA, en el 2023.