Jéssica Solís tiene cuatro meses de haberse mudado a una de las capitales de la moda, Nueva York, y por medio de la agencia nacional IT Models se fue a probar suerte a la Gran Manzana, hizo varios cástines, y terminó siendo elegida para ser parte de la duodécima temporada del programa de diseñadores Project Runway , de la modelo alemana Heidi Klum.
“Ya se terminó de grabar los capítulos pero falta el cierre en setiembre, cuando salgamos en el primer desfile de la Semana de la Moda de Nueva York. Aquí ya se pasó el tercer episodio (puede verlo en el sitio del canal www.mylifetime.com). Yo, en Costa Rica, esto lo veía como algo muy lejano, como un sueño; te limitan mentalmente y cuando llegas te das cuenta de tantas posibilidades, hay mercado para todo. Incluso, a mis 18 años me decían que ya estaba vieja para esto; hoy, con 22, me di cuenta de que no”, explicó Solís, graduada en Dirección de Empresas de la UCR.
Sobre qué ha aprendido al lidiar con la top model Heidi Klum, presentadora del programa, Solís comentó que interactúa con todas y la visualiza como una mentora.
“Es muy humilde, muy chistosa, segura de sí misma y nos transmite esa actitud de tener los pies bien puestos en la tierra. Ha sabido manejar su carrera. A sus 40 años tiene un cuerpazo”, contó Solís, quien firmó un contrato por dos meses con la agencia Images Management, que luego se extendió por dos años.
Pero no todo ha sido color de rosa para Jéssica. En su primera experiencia como modelo fuera del país, en México, no la pasó bien.
“En el 2011 estuve por tres meses; fue una mala experiencia para mí y no estaba preparada ni física ni mentalmente. Mi book no estaba listo. Esta vez venía saliendo de la U , era o irme a Estados Unidos, donde el mercado es muy amplio o meterme a trabajar en horario de oficina de 9 a 5. Dios me ayudó mucho. Una ventaja fue que tengo pasaporte estadounidense y toqué muchas puertas. Aquí hay más de 40 agencias y aunque no estoy en una muy famosa, trabaja mucho el modelaje comercial, no tanto el de desfiles fashion , y la plata cae en el comercial”, relató la joven, quien no ha sido tocada por el bisturí.
La tibaseña añadió que recién llegada a Estados Unidos estuvo a punto de tomar sus maletas y retirarse. “Todos los días visitaba de cinco a seis agencias sin éxito, y encontré esta. Siento que uno tiene que pasar por momentos difíciles para valorar las cosas”, terminó.