“ De niños vivimos en un mundo de imaginación, de fantasía. Para algunos de nosotros ese mundo de fantasía continúa en la edad adulta”. Esta es una de las frases que más identificó al productor y creador Jim Henson, quien gracias a sus personajes marcó la vida de muchos.
El 16 de mayo se cumplieron 25 años de la prematura muerte del padre de los Muppets y en este trabajo queremos darle un reconocimiento especial a su legado.
El 24 de setiembre de 1936 la vida trajo al mundo al que sería una de las grandes mentes creativas de todos los tiempos. Jim Henson vivió su infancia y juventud en una familia de clase media estadounidense, pero un hecho marcaría un hito en la vida del joven.
Tenía unos 16 años cuando un televisor pequeño llegó al hogar. “Ese fue el mayor acontecimiento de mi vida”, explicó en una entrevista, y es que fue precisamente gracias a esa pantalla en blanco y negro que Henson vio una presentación del marionetero Burr Tillstrom y su divertida representación con animales hechos en tela fue la que enamoró a primera vista a Henson.
Encantado por el talento de Tillstrom, Henson se emocionó por la ventriloquia y los muñecos de trapo. Tomó un viejo abrigo de color verde de su madre, un par de pelotas de ping-pong y así, sin más ni más, nació la rana más conocida del mundo: Kermit o René en América Latina.
El artista se graduó como licenciado en ciencias económicas en la universidad de Maryland, pero lejos de buscar trabajo como administrador, Henson quiso seguir con su pasión: los títeres.
En 1955 tuvo la oportunidad de dar a conocer a René en la pantalla chica. Jim produjo [[BEGIN:INLINEREF LNCVID20150522_0008]] Sam and Friends[[END:INLINEREF]], un pequeño corto de TV que aparecía en un canal local en Washington.
Poco a poco, con el éxito del espacio de cinco minutos de duración, llegó la innovación. Henson quiso que las marionetas dejaran de ser rígidas y por eso decidió fabricarlas con materiales flexibles para mostrar emociones. También pensó en manejar los brazos con varillas colocadas desde abajo para mejorar el movimiento. Este fue su sello personal y la base para los nuevos títeres.
De ranas y pájaros. Su creatividad no tuvo límites. Hasta días antes de su muerte estuvo al tanto de trabajar en su compañía productora.
Los títulos de este creativo van desde [[BEGIN:INLINEREF LNCVID20150522_0010]]Los Muppets[[END:INLINEREF]] y Plaza Sésamo hasta las películas de culto [[BEGIN:INLINEREF LNCVID20150522_0011]]The Dark Crystal[[END:INLINEREF]] (1982) y [[BEGIN:INLINEREF LNCVID20150522_0012]]Labirynth[[END:INLINEREF]] (1986); y aún sigue generando ganancias.
Su primer gran trabajo en TV fue en Sesame Street , allí conoció a quien sería su compañero y cómplice de carrera: Frank Oz.
Fue en 1969 cuando Henson fue contratado por el exitoso espacio y a él le aportó grandes personajes de este programa como Big Bird, The Cookie Monster y Elmo; también con la participación de sus Muppets y de René, una rana periodista.
La espinita por darles a sus Muppets más protagonismo daba vueltas en la cabeza del artista, así fue como logró que el magnate de la televisión británica Lew Grade le diera un espacio. Por lo tanto, la primera emisión de The Muppet Show no se transmitió en Estados Unidos y más bien fue Inglaterra el país que vio nacer a aquél famoso programa.
Miss Piggy, Fozie, Gonzo y Animal se hicieron famosos por su participación en el recordado teatro tipo vodevil donde los personajes hacían números de canto, baile y variedades. Además, contó en todos sus episodios con invitados humanos, la mayoría de ellos grandes estrellas de la música, el cine y la televisión.
Pero no solo los Muppets fueron el legado de Henson para la humanidad. Sus criaturas han sido usadas en grandes producciones cinematográficas que también quedarán para el recuerdo.
Se dice que interpretó al maestro Yoda de Star Wars , pero cuando George Lucas –otro de sus grandes amigos– le pidió ayuda, Henson recomendó al talentoso Frank Oz quien le dio vida al mítico maestro Jedi tanto con su voz como con su trabajo como titiritero.
Fue el padre de los [[BEGIN:INLINEREF LNCVID20150522_0013]]Dinosaurios[[END:INLINEREF]] (los del bebé Sinclair), de [[BEGIN:INLINEREF LNCVID20150522_0014]]The Fraggle Rock[[END:INLINEREF]], The Storyteller ; entre muchas, muchas otras.
Actualmente su legado lo continúan trabajando sus hijos en The Jim Henson Company que también ha evolucionado a fabricar animatronics y a realizar animaciones digitales, producciones musicales y efectos especiales.
Adiós. Henson falleció de forma inesperada. A inicios de 1990 sufrió de varios síntomas de lo que parecía una típica gripe, lo cual a la postre se llevó de este mundo al creador.
El 16 de mayo a las 4 a. m. la pulmonía venció la salud de Jim Henson, tenía 53 años.
Hasta los últimos días de su vida estuvo pendiente de su obra. Previo a su fallecimiento Henson estaba negociando la venta de los derechos de The Muppets con la compañía Disney. Henson no tuvo tiempo de cerrar la venta pero se logró en 2004.
Después de su muerte el escándalo alcanzó a sus creaciones. En el 2012 el marionetista Kevin Clash quien manejó durante 30 años a Elmo fue acusado de abuso de menores y debió renunciar a su trabajo en Sesame Street.
Además, la película del 2011 también levantó el polvorín al presentar una versión de la pieza Smells Like Teen Spirit de Kurt Cobain. Tanto Courtney Love, viuda del artista, y sus fans estuvieron en desacuerdo con el uso del tema porque consideraron que violaron la memoria de Kurt.
A pesar de estos inconvenientes, la memoria de Jim Henson quedará impregnada en el recuerdo colectivo y, para satisfacción del artista, se cumplió lo que una vez soñó.
“Cuando era joven, mi ambición era ser una de esas personas que hacen algo diferente en este mundo. Mi esperanza sigue siendo dejar el mundo un poquito mejor por haber estado aquí”, había dicho.