Durante los nueve años que The X-Files estuvo en la pantalla chica, los actores Gillian Anderson (Dana Scully) y David Duchovny (Fox Mulder) fueron las dos caras de una misma moneda.
Diametralmente opuestos en personalidad, cada actor interpretaba a un agente apasionado por su trabajo y con una vida personal completamente asfixiada por el compromiso de perseguir monstruos, cazar alienígenes y desenmascarar las tramas del gobierno estadounidense para esconder todos los incidentes sobrenaturales con los que se toparon hasta que cerró la famosa oficina del FBI para los 'expedientes x'.
Fuera de esa fantasía, Anderson y Duchovny intentaron superar los personajes que los catapultaron a la fama asumiendo proyectos muy diferentes a la serie creada por Chris Carter.
Gillian Anderson: penetrante y compleja
Anderson tenía 24 años cuando asumió la psique de la escéptica agente del FBI Dana Scully (de 33 años en la serie).A principios de los noventa, sus primeros pasos como actriz los hizo en el teatro. Un papel secundario en una serie de la cadena Fox le garantizó su audición para The X-Files.
Con su cabellera roja, sus trajes sastre con hombreras y su penentrante mirada, Anderson asumió el proyecto porque involucraba a una mujer fuerte, independiente e inteligente que, además, era uno de los protagonistas.
"Había grandes dudas sobre si el mundo estaba listo para mujeres fuertes e independientes", explicó la actriz a la revista Splash en el 2014. "Y ya ven, el mundo estaba listo y lo ha estado desde entonces".
Después de que la serie terminó en el 2002, Anderson interpretó a mujeres similares, tanto en el teatro como en la televisión.
Su trabajo con The X-Files provocó el "fenómeno Scully", un término que acuñaron académicos para hablar de las mujeres que entraron a trabajar en puestos de seguridad y ciencia estatal inspiradas por el espíritu de la intrépida agente.
En entrevistas, Anderson se ha descrito como feminista y como bisexual.
"Lo hice antes y no estoy opuesta a la idea. Para mí una relación es sobre amar a otro ser humano; su género es irrelevante", explicaba a The Telegraph el año pasado, después de haber superado dos divorcios y ser la madre de tres hijos.
Anderson se mudó a Inglaterra y comenzó a trabajar desde allí. En el teatro local recibió reconocimientos por interpretar en el 2014 a Blanche DuBois en Un tranvía llamado deseo , una mujer cuya personalidad pierde dulzura e inocencia conforme se enfrenta a la vida. Este año revivirá el montaje.
En la tele, su gran regreso lo hizo en el 2013 en el papel de la detective Stella Gibson en el drama de crimen The Fall. Su personaje es tan profesional como lo fue Scully, solamente que con una vida sexual mucho más activa en las tramas de la serie.
Encasillada en papeles de mujeres intensas, complejas y lógicas, asumió también el papel de la psiquiatra Bedelia Du Maurier en la aclamada Hannibal. Aunque durante las dos primeras temporadas tuvo una participación esporádica y sin la determinación intensa de otros de sus papeles, el verdadero color de su personalidad de su rol salió a relucir en los últimos episodios de la serie.
Este año, además de regresar a los zapatos de tacón y los trajes sobrios de Scully, participó en dos episodios de la miniserie de la BBC, La guerra y la paz, interpretando un rostro nuevo en su paleta de mujeres fuertes: la dama de sociedad Anna Pavlovna Scherer.
David Duchovny: astuto y apasionado
Antes de interpretar a Fox Mulder, Duchovny tenía en su curriculum un rol en otra serie fantaseosa y emocionante: Twin Peaks, el logro televisivo del surrealista David Lynch.En The X-Files, Duchovny fue protagonista hasta el 2001, cuando renunció después de peleas internas por la renovación de su contrato. Durante esos años, Duchovny también fue guionista y director de varios de episodios de la serie, incluyendo William de la última temporada transmitida, en el cual se desarrolla la historia del misterioso bebé que Mulder y Scully concibieron.
En años posteriores, el actor hizo varias apariciones en series y películas (como por ejemplo, la comedia drama de HBO Sex and the City y la cinta de comedia protagonizada por Ben Stiller, Zoolander).
Su segunda oportunidad en la televisión la tuvo en el 2007, cuando consiguió el papel de Hank Moody en la serie del canal estadounidense Showtime, Californication.
La positiva recepción de la primera temporada de esa serie lo hizo merecedor del Golden Globe por Mejor actor de televisión en una comedia o musical.
Fue en ese momento donde su vida personal comenzó a parecerse más a su trabajo en televisión. Mientras interpretó durante siete temporadas a un novelista mujeriego con graves problemas de alcoholismo, Duchovny luchaba en la vida real por sobrellevar su adicción al sexo.
Aunque los rumores de sus problemas comenzaron desde 1997, hasta el 2008 los rumores fueron confirmados durante su divorcio de la actriz Téa Leoni y su posterior ingreso a un centro de rehabilitación.
Salvo ese anuncio, el actor nunca ha debatido el tema explícitamente en entrevistas. Leoni dio declaraciones al respecto a la revista Parade en las que aseguró que su divorcio no fue tan caótico como lo pintaron los tabloides.