Se trataba de su primera audición, por lo que desconocía cuál era el proceso a seguir durante su participación en un casting. Sin embargo, la actriz Charlize Theron sintió que algo no estaba bien, cuando el productor de lo que sería su primer proyecto se acercó hasta ella y le puso una mano sobre su rodilla
"Es una locura y las chicas hablan sobre esto, de cuando te quedas en blanco con una situación así. Sientes como si no supieras qué hacer, pero tomé la decisión y me fui. Ni siquiera sé cómo salí de la casa, pero me fui ”, dijo la ganadora del Óscar este 29 de abril durante una entrevista en el programa El Show de Howard Stern.
La actriz relató que en ese entonces tendría entre 18 y 19 años, y que el encuentro se habría dado luego de que ella le comentara a un agente de modelos que su sueño era actuar. Fue entonces cuando el hombre le organizó la audición en la casa del empresario, cuyo nombre Theron se reservó, cita a la que ella acudió llena de mucha expectativa.
“Cuando llegué hasta la vivienda en la que me habían citado, el productor abrió la puerta y apareció frente a mí descalzo y en pijama. Tenía un ego muy saludable, se sentía muy bien consigo mismo", comentó.
Theron relató sentirse muy afortunada por haber salido airosa de la situación, pero afirmó que durante un tiempo se cuestionó por qué no fue capaz de decirle al hombre que se detuviera, ya que se sentía incómoda. Sin embargo, ocho años después de ese encuentro, la actriz volvió a verse cara a cara con el productor, cuando este le ofreció un trabajo y le aseguró que no la conocía.
“En ese momento él me dijo: 'Encantado de conocerte’. A lo que yo le contesté: ‘No, nos hemos conocido antes’. Y él no tenía ningún recuerdo de eso. Su socio productor estaba junto a él, completamente avergonzado. No perdí la oportunidad y le contesté: ‘Eran las 9 de la noche, un sábado en tu casa, llevabas pijama’. Él simplemente expresó: ‘Wow, no recuerdo eso’”, recordó.
Tanto la actriz, como el presentador Howard Stern, expresaron que era muy probable que esta situación se haya repetido una infinidad de veces, al punto de que ni el propio productor recordaba a cuántas mujeres había hecho pasar por este incómodo momento.