Pueden ser pocos segundos, pero cuando una ballena jorobada –de casi 20 metros de largo– aparece frente a los ojos de un turista, en el Parque Marino Ballena, se vuelve una experiencia que deja a unos sin habla durante un rato; a otros con una gran sonrisa y a los más pellizcados con fotografías buenísimas.
Esa es la experiencia que durante este y el próximo fin de semana la comunidad de Uvita, en Puntarenas, quiere compartir durante el IV Festival de Ballenas y Delfines, en el Parque Nacional Marino Ballena.
La oferta es amplia durante el festival, con actividades culturales y recreativas. El plato fuerte son los tours para realizar avistamientos de ballenas y delfines.
Con el festival llegan buenas noticias. La primera es que esta es una de las mejores épocas del año para ver a los cetáceos; además, tendrán precios con cerca del 50% de descuento en estos paseos.
Por ejemplo, por ¢10.000 (niños de 3 a 9 años) y ¢16.000 (adultos), podrá vivir una gran aventura que le permitirá conocer la maravilla de la naturaleza.
El viaje comienza con unas recomendaciones previas de los expertos. Lo primero es comer algo ligero –nada muy grasoso– y evitar los lácteos, en caso de que sufra por los mareos. No olvide usar un buen bloqueador solar, lentes oscuros con protección ultravioleta, ropa cómoda (que se pueda mojar) y, de ser posible, no lleve bolso o salveque. Eso sí, no olvide su cámara.
Al agua. Una vez que haya encontrado su chaleco salvavidas, la aventura comienza cuando los capitanes asumen el control de la embarcación. Es espectacular observar la forma en que enfrentan las olas e ingresan en aguas más profundas. Algunos se persignan y otros, sencillamente, confían en la pericia de quien lleva el control.
¿Y las ballenas? Paciencia... son enormes mamíferos en su estado natural. Su avistamiento conlleva un poco de suerte, experiencia de los guías que saben cuáles son los lugares más frecuentes donde están y, desde luego, por la comunicación entre las embarcaciones, que se hablan entre ellas para informar de los lugares donde se están viendo las ballenas.
David Palacios, biólogo marino de la Fundación Keto para la Investigación y Conservación Marino-Costera, explicó, en un recorrido realizado la semana anterior, que las ballenas jorobadas ( Megaptera novaeangliae ) llegan a esta zona con propósitos de reproducción y para dar a luz a sus crías.
En estos días, lo usual es ver a las madres, de hasta casi 20 metros, acompañar a sus crías de entre dos y tres metros. Suelen nadar juntos, y la mejor manera de divisarlos es observar la pequeña nube que se hace sobre ellas, cuando exhalan el aire por los orificios de sus dorsos... ¡todo un espectáculo!
En ese momento, la emoción se incrementa entre los pasajeros de las embarcaciones; las ballenas se sumergen y todos permanecen atentos para tratar de adivinar dónde volverá a emerger.
Son segundos o minutos; algunos tienen listo el pulgar sobre el disparador de la cámara y otros, sencillamente, abren muy bien los ojos para disfrutar del espectáculo. El corazón regresa a sus pulsaciones normales cuando alguien grita: “¡Ahí están!”, y todos gozan de la experiencia.
La prioridad es la seguridad de estos gigantescos habitantes marinos. Por esa razón, las lanchas solo se acercan a 100 metros de los cetáceos, siguiendo el Reglamento de Observación de Ballenas y Delfines. Eso sí, las ballenas son muy curiosas, y no se sorprenda si estas se acercan a su embarcación; es cuestión de suerte.
Organizados. Detrás de este festival, hay una importante coordinación entre varias organizaciones locales, como las asociaciones de desarrollo de Uvita; de los guías de Bahía Ballena; de los operadores de turismo del parque nacional y de la Cámara de Turismo de Costa Ballena. Además, se recibe apoyo de otras instituciones, como el Instituto Costarricense de Turismo.
Ellos tienen claro el objetivo del evento: atraer a los visitantes con precios cómodos, durante una época en que la visitación es de las menores del año.
De esa forma, los ticos y extranjeros podrán descubrir un destino paradisíaco, donde mar y bosque están a la orden de todos.
Ulises Ramírez, de la Cámara de Turismo local, aseguró que el festival se consolida más cada año. En el 2011 tuvieron un promedio de 7.000 asistentes y esperan que esa cifra aumente.
Por esta razón, están muy organizados para que la experiencia sea inolvidable. Rafael Sánchez, de la Asociación de Guías, comentó que para los visitantes estarán disponibles cerca de 17 lanchas, listas para realizar los tours . En tierra, un guía da una breve inducción, para informar de la seguridad y detallar la historia de estos mamíferos.
Wálter Brenes, de la asociación de operadores de los tour , comentó que este fin de semana, estas lanchas estarán al servicio del público.
Cada una llevará como máximo a 12 ocupantes, aunque tengan capacidad para más viajeros; esto, con el objetivo de que el viaje sea más placentero.
El centro de operaciones será la antigua pista de aterrizaje, donde habrá una ventanilla única para vender los boletos. Los viajes comenzarán desde las 8 a. m., y se extenderán a lo largo de los tres días, hasta las 4 p. m., siempre y cuando el clima lo permita.
El viaje dura en promedio 90 minutos, tiempo suficiente para realizar varios avistamientos.
Brenes enfatizó en la seguridad de los turistas. Según detalló, cada una de las embarcaciones cuenta con todas las medidas de seguridad que exige la ley; además, en estos días contarán con personal y unidades de guardacostas.
“En Uvita, nos hemos ido comprometiendo cada vez más con el turismo; tenemos campañas de limpieza y capacitaciones, con el objetivo de despertar la conciencia colectiva y sacar provecho, de manera equilibrada y ordenada, a las ballenas”, añadió Ramírez.
Además, en el campo ferial tendrán exhibición y venta de artesanías de la zona; actividades culturales, esculturas de arena, conciertos, ventas de comidas, talleres acerca de ballenas y una serie de muestras artísticas de expresiones propias de la región, para valorar más el talento local, según agregaron los organizadores.