William Shatner, el querido capitán Kirk de ‘Star Trek’, cumplió su sueño de volar al espacio

Shatner viajó en la cápsula suborbital de Blue Origin, la compañía del multimillonario Jeff Bezos y partió desde el desierto de Texas con un pequeño grupo integrado por Chris Boshuizen, un exingeniero de la NASA y cofundador de la empresa de imágenes satelitales Plane; Glen de Vries, cofundador de Medidata Solutions y Audrey Powers, vicepresidenta de Blue Origin.

Antes de su partida, el legendario actor habló de sus aspiraciones al llegar al espacio: “Estaré fascinado por la vista desde el espacio. Quiero mirar esa orbe y apreciar su belleza y tenacidad”, aseguró.

El viaje tuvo una duración de 10 minutos y 16 segundos y durante la experiencia los pasajeros tuvieron la posibilidad de soltarse de sus asientos y flotar por unos momentos en la gravedad cero. El actor canadiense vivió el trance con gran intensidad.

Poco después de despegar de la base, la cápsula rebasó la Línea Karman, situada a una altitud de 100 km y que establece el límite del espacio según la convención internacional. Luego del viaje, tres paracaídas les ayudaron a descender.

Para esta gran vivencia Shatner y sus compañeros de aventura recibieron un breve entrenamiento con el fin de saber cómo actuar en caso de emergencia o no alterarse al percibir “los golpes o ruidos normales de los vuelos espaciales”, aunque el fin del viaje era la diversión: el sistema del cohete, conocido como New Shepard, es completamente automático, citó la BBC.

“La tercera cosa que hace el entrenamiento es enseñar a la tripulación cómo comportarse en Zero G (cero gravedad): cómo moverse por la cabina sin chocar ni golpearse unos a los otros, qué agarraderas usar, el tipo de cosas que pueden esperar y su respuesta a ellas”, explicó Nicholas Patrick, director de vuelo de Blue Origin y exastronauta de la NASA.

Tras el aterrizaje, las primeras palabras del actor describieron la experiencia como “la más profunda que pudo imaginar”.

“Ver todo azul alrededor y después el negro arriba, la Madre Tierra y lo desconocido. Fue muy emotivo. “Ni siquiera puedo expresarlo… sentir cuán vulnerable es todo”, manifestó.

Este vuelo se realizó solo tres meses después de que Jeff Bezos llegara al espacio.

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