No es un teatro, una sala de cine, un bar o un restaurante; es todo eso junto. Casa Ibero es un centro cultural que abrió sus puertas en San Pedro, para albergar el arte, pero en pequeñito.
¿Qué significa esto? Sencillo, en vez de presentarse desde un gran escenario, los espectáculos tienen lugar en las habitaciones de una vieja pero espaciosa casa de Los Yoses.
La acción de la obra ocurre a pocos pasos del público y, a veces, en medio de los espectadores.
Lo más cercano a esta experiencia sería ser testigo omnisciente de una película, pues hay acción a dos pasos del espectador; los personajes riñen en la cara de quien mira la obra, al punto de que a veces a más de uno le dan ganas de intervenir en lo que pasa.
Para poder disfrutar esta experiencia, el primer paso es llegar a Casa Ibero y elegir qué es lo que se verá.
A la entrada encontrará una taquilla y una especie de menú de obras que les cuenta a los visitantes de qué tratan las piezas en cartelera y quién las interpreta. Ahí se toma la decisión: se puede ver una obra o toda la oferta artística. Si este es su plan, llegue antes de las 8 p. m.
Hecha la selección, los visitantes pasan a una sala donde aguardan a que el personal de Casa Ibero los guíe hasta el lugar donde se realizará la función.
Este centro artístico es inmenso y no hay un espacio que no haya sido ocupado por alguna manifestación artística.
Algunas de sus paredes tienen murales o una decoración kitsch y ecléctica, que hace que quien la mira se pierda entre los pequeños afiches, las lámparas de colores, los juguetes y las máscaras de luchadores que cuelgan en todo el lugar.
Las obras toman espacios tan diferentes como un sótano, donde se planea el futuro de la humanidad, y una azotea, que se convierte en aguas profundas donde la ambición juega con un par de amigos.
Las habitaciones también son escenarios donde se secuestra a todos los espectadores, donde ocurre un asalto bancario o donde dos hermanos discuten un tema profundo: hacer arte que venda o arte que satisfaga las necesidades de quien las crea.
Gisela Flores, vocera de Casa Ibero, comentó que cada temporada tendrá un tema que sea un común denominador entre sus propuestas. En esta ocasión, el tema de esta temporada es por dinero.
Más allá. Además de las artes escénicas, Casa Ibero tiene espacios dedicados al diseño costarricense, así como sitios destinados al arte del buen comer y beber.
Si usted está interesado en estas dos últimas atracciones, le contamos que en la casa opera un bar y una antojería mexicana, en la que se venden nachos, tacos y otras delicias.
Para disfrutar estas sabrosuras, en el sitio hay cómodos sillones dentro de la casa, butacas y una terraza para comer al aire libre.
Casa Ibero abrió sus puertas en el país el pasado mes de abril, después de un pasado que lo ha llevado por España (su tierra natal), México y Argentina.
A Costa Rica llega por iniciativa de los mexicanos Gisela Flores Medrano, Isabel Galindo y Julio García, quienes tienen un proyecto similar a este en el país del norte, llamado Casa Helena.
“Estamos muy contentos con la respuesta del público costarricense; la gente ha llegado con el entusiasmo de enfrentarse con un nuevo formato de espectáculos. Hay quienes han llegado a ver las seis obras y otros que han venido solamente a ver una o dos, pero las han disfrutado mucho”, aseguró Flores.
Para los artistas, esta también es una experiencia novedosa.
“Me parece interesante la posibilidad de lograr todo lo que uno alcanza en una obra de dos horas, en solo 15 minutos, en un espacio pequeño y con el público tan cerca”, comentó el director Fabián Sales.
“Es una experiencia completamente distinta a otras obras en las que he participado y más difícil porque por noche no damos una función, sino seis. Además, el que el público esté rodeándote lo hace más retador”, apuntó el actor Andrés de la Ossa.
Esta primera temporada de microteatro se extenderá hasta el mes de junio y regresará en agosto con una nueva temática: por sexo. ¿Se apunta a esta experiencia?
Casa Ibero presenta el microteatro de jueves a domingo a las 8 p. m. La microdanza es los viernes y sábado, a las 10 p. m., y el microcine, los sábados a las 5 p. m. Las entradas tienen un valor de ¢1500 por obra. Casa Ibero se ubica en Los Yoses, del bar Río, 100 sur y 25 oeste.