¿Dónde dejaría usted un currículo en el que constan sus conocimientos en filosofía, teosofía, historia, mitología, psicología, costumbrismo, pedagogía y su dominio de géneros como poesía, cuento, ensayo, dramaturgia y traducción y expresión oral?
En un mercado laboral como el actual que privilegia al tecnócrata sobre el humanista, una hoja de vida como la de José Basileo Acuña (1897-1992) posiblemente quedaría archivada en el Departamento de Recursos Humanos.
A pesar de ser tan vasto y diverso, el legado cultural de este intelectual costarricense es poco conocido, disperso, e incluso inédito.
Una publicación de la Editorial de la Universidad de Costa Rica (EUCR) pone a disposición del público las obras completas de Acuña en cinco tomos: tres de ellos dedicados a la poesía, y dos, a la prosa.
“José Basileo Acuña es uno de los creadores más prolíficos de Costa Rica. Dedicó los 95 años de su vida leer ávidamente, a escribir y a enseñar. Él realizó esta colosal labor con gran humildad, sin aspavientos, sin buscar ningún tipo de reconocimiento. Estas Obras completas llenan un gran vacío en la literatura y la cultura costarricenses”, explicó Peggy von Mayer, profesora de la Escuela de Filología, Linguística y Literatura de la UCR. Ella dedicó seis años a investigar y compilar la producción de Acuña. La presentación de las Obras completas será hoy a las 6 p. m. en el auditorio Joaquín Gutiérrez Mangel, 4.º piso de la Facultad de Letras.
Además de Von Mayer, participarán los académicos Jorge Chen Sham, Sonia Jones y Jorge Murillo, así como el poeta Laureano Albán y la actriz María Bonilla.
Pasión por aprender. Acuña era ante todo un lector voraz. Su hambre de conocimiento lo llevó a atesorar cerca de 15.000 libros en su biblioteca personal, la cual está hoy custodiada por su heredero Armando Calzada. “Creo que nunca vendió ni un solo libro en su vida porque todos los regalaba. Él creía que los libros era para aprovecharlos y me dijo muy claramente que no quería ver ningún libro de su colección en una compraventa”, dijo Calzada.
Acuña recibió muchos premios en su vida, entre ellos el Aquileo Echeverría y el Magón en 1983.