¿Cómo no amar a Nicolas Cage? El que para muchos es el “peor mejor actor” ha tenido una carrera única: un día está haciendo una actuación de caricatura en El aprendiz de brujo y otro día gana el Oscar por mejor actuación gracias a su desempeño en Leaving Las Vegas. Pocas carreras han tenido picos y bajos tan pronunciados como la que ha construido el intérprete californiano.
Después del éxito taquillero que tuvo a comienzo de siglo con cintas emblemáticas como La leyenda del tesoro perdido y el primer filme de Ghost Rider, Cage tuvo una caída de rentabilidad. Variety contó, en una reciente publicación, que alrededor de 2014, Cage tuvo una serie de fracasos de taquilla con películas justamente como El aprendiz de Brujo y la secuela de Ghost Rider. Fue entonces cuando tomó una decisión: ser el rostro de películas de acción del tipo “video bajo demanda” (VOD).
Este tipo de filmes suelen ser pensados para streaming y no tienen pretensiones de llegar a la pantalla grande ni aspirar a grandes reconocimientos ni pasos por festivales. Entre esos títulos se encuentran películas difíciles de ubicar: Kill Chain, Running with the Devil, Jiu Jitsu, Primal, y Grand Isle, entre otros nombres que no destacaron de ninguna forma.
Ahora se sabe que tal decisión tenía una justificación clara: Cage despilfarró su fortuna de $150 millones, y le debía al Internal Revenue Service (algo así como el Ministerio de Hacienda) $6.3 millones en impuestos a la propiedad. El actor aclaró recientemente este período de su vida en una entrevista con la revista GQ.
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“Tenía todos estos acreedores y gastaba $20.000 al mes tratando de mantener a mi madre fuera de una institución mental y no podía. Todo estaba sucediendo a la vez”, contó.
El despilfarro de Cage responde a las peculiares compras que ha hecho a lo largo de los últimos años. En un momento de su vida, el actor llegó a tener en su poder las llaves de 50 casas, incluida una mansión valorada en $25 millones de dólares en la playa californiana de Newport, una casa de campo en Rhode Island y una vivienda en Las Vegas.
Cage, además, gastó $150.000 en el primer cómic de Action Comics en el que sale Supermán. Una afición que va más allá de este ejemplar, pues su colección completa tiene valores exorbitantes. Otros de los motivos por los que su cuenta corriente perdió ceros tan rápidamente está en su obsesión por los animales exóticos. Tiene dos cobras albinas por las que pagó $220 mil y un pulpo gigante que le costó otros $150.000 .
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En la conversación con la revista, Cage dijo que se negó a declararse en bancarrota, a pesar de que amigos y gente cercana le decía que debía hacerlo. La solución a aquel problema estaba en las películas VOD.
“Cuando estaba haciendo cuatro películas al año, consecutivamente, tenía que encontrar algo para poder darlo todo”, dijo Cage. “Algunas de ellas fueron fantásticas, como Mandy, pero otras no funcionaron. Solo estaba haciendo lo que tenía que hacer y no me importaba”. El actor dijo que tuvo que pasar a las películas VOD porque el teléfono dejó de sonar con ofertas de películas de estudio.
Cage aseguró que terminó de pagar todas sus deudas hace un año y medio, después de firmar su contrato para la comedia El peso insoportable del talento masivo. Ahora respira y goza de un buen momento: ese filme y Pig, otra de sus últimas producciones, gozan de buenas críticas y le han vuelto a dar estatus. ¿Qué vendrá ahora para el actor que todos queremos?