Desde hace casi dos semanas, Juan Feldman y su equipo de producción hicieron casa en Manuel Antonio. La presencia del staff de más de 20 personas en hoteles, playas, restaurantes y calles de la zona ha sido bien recibida por los lugareños, que consideran el rodaje de la película como un hecho beneficioso para el pueblo.
“La ganancia que deja esta película no es solo para el restaurante o el lugar donde se filme, sino también para toda la zona. Ahora, está un poco baja la temporada de turismo y la llegada de un grupo así de numeroso nos beneficia mucho; ellos van y gastan su dinero, hacen tours y conocen Manuel Antonio”, aseguró Michael Baker, dueño del restaurante Salsipuedes.
“Lo importante de esta película es que sitúa la obra en Costa Rica, no es como otras que toman nuestras bellezas y resulta que la historia se desarrolla en otro país. Ellos sí están en Costa Rica, en Manuel Antonio, y esto es grandioso para el pueblo”, afirmó Jaime Barahona dueño del Ecohotel Arboleda, donde está hospedado el equipo.
En el hotel, también se han grabado varias escenas del filme, en un ambiente de total cordialidad.
“No hemos cobrado precios especiales; son gente muy agradable, no piden caprichos, se han acomodado a nuestra condiciones sin problema”, añadió Barahona.