Esta es la historia de un hombre atormentado que se quedó sin una misión en la vida: solitario, Bruce Wayne pasa sus días en la mansión que reconstruyó “ladrillo por ladrillo”.
Batman, su álter ego, se desvaneció ocho años atrás: pasó de héroe a fugitivo, con la carga de la responsabilidad de la muerte del fiscal Harvey Dent, Dos Caras, el embuste del encapotado y del comisionado James Gordon para impedir el triunfo final del Guasón.
La ciudad que Batman juró defender vive una “pax gótica”, gracias a ese engaño.
Sin embargo, como enseña el viejo refrán, la mentira tiene piernas cortas y el chanchullo se caerá en mil pedazos con la llegada de un terrorista sin misericordia y de una astuta ladrona...
“Una tormenta se acerca”, le susurra al oído –sensualidad incluida– Selina Kyle a Bruce Wayne.
Batman tendrá que salir de su prematura jubilación y la leyenda del murciélago volverá.
El caballero de la noche asciende (
Dirigida nuevamente por Chistopher Nolan, y con Cristhian Bale como Bruce Wayne y Batman, es la tercera película que llevó la franquicia a otros terrenos y la revivió.
Nolan la sacó del fango en el que la dejó Joel Schumacher con la mediocre Batman para siempre (1995) y, sobre todo, con la impresentable Batman y Robin (1997).
La película se estrenó el viernes pasado en los Estados Unidos; desgraciadamente, la tragedia cayó ese día, cuando un desquiciado, James Holmes, de 24 años de edad, mató a 12 personas en un cine en Denver.
En Costa Rica hoy habrá una
“El cine no puede alargar el relato como hacen las historietas o cambiar la dirección de la saga”, sostuvo meses atrás, en una de las innumerables entrevistas concedidas a lo largo de este año.
Tan firme es su decisión de concluir lo que se conoce como el “ciclo Nolan”, que anunció que no se vinculará con el proyecto de la
El universo que Nolan conjugó el cine negro con el de acción, y osciló entre lo fantástico y lo realista. Esta última palabra es clave para entender la visión del director en la trilogía de Batman.
“Transmite una visión de ansiedad urbana, habla de cuestiones de codicia y sobre todas las cosas del sentimiento inquietante de que nadie ni nada está seguro”, comentó el crítico Justin Chang, de la revista Variety, la semana pasada.
Esto hay que enfatizarlo: existe un sentido de verosimilitud en el universo de ficción de Batman.
La primera tenía un sentido más existencial; la segunda explotó al personaje con trepidantes escenas de acción; la tercera es más física, algo inevitable por la presencia del temible villano Bane (interpretado por Tom Hardy), una fuerza capaz de retar a Batman en la pelea cuerpo a cuerpo.
El reparto es de lujo: Michael Caine (Alfred), Morgan Freeman (Lucius Fox), Gary Oldman (comisionado James Gordon).
Los dos primeros son las figuras paternas en las que se asienta Bruce Wayne, el huérfano: lo mantienen con los pies en la tierra y son más que socios en la cruzada contra el crimen en Gótica. Gordon demanda el regreso a la acción del encapotado.
Se agregan al elenco Anne Hathaway (Selina Kyle/Gatúbela) y Marion Cotillard (Miranda Tate).
La primera llama la atención de Bruce y lo convence de que una mansión como la Mansión Wayne es un lugar muy solitario para vivir; la segunda, es todo un enigma.
El viaje al alma del multimillonario de Ciudad Gótica llegó al final para Nolan y Bale.
“La historia de Bruce Wayne cautiva a la gente desde hace 73 años. Estamos encantados de poder llevar nuestra interpretación de esta leyenda con estas tres películas.
”Estamos muy orgullosos de este final y esperamos que el público comparta nuestra emoción”, sentenció Nolan.