Mucho se habla del vínculo entre el cine y la violencia, pero poco se escucha sobre el cine como herramienta para generar la paz. De eso, precisamente, vino a hablar Óscar Torres, joven cineasta de origen salvadoreño, quien llegó a nuestro país el domingo por la noche para participar en una serie de cineforos.
Después haber sobrevivido a la guerra, Óscar se convirtió en un director de cine, enfocado en temas relacionados con la violencia urbana y la protección ambiental. Está comprometido con el uso del arte cinematográfico como instrumento para la construcción de paz.
La visita de Torres surgió gracias a la invitación de la Universidad para la Paz y, en el transcurso de su visita, el cineasta participará en actividades en ese centro educativo, así como en Fundacine, la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Costa Rica, la Embajada de El Salvador en Costa Rica y el Centro Costarricense de Producción Cinematográfica.
La primera actividad pública se efectuará hoy, de 6 a 9 p. m., y consiste en un cineforo organizado por el Portal Centroamericano de Cine, Video y Animación y Fundacine, en el Centro Costarricense de Producción Cinematográfica.
Mañana, entre 1 y 3 p. m., se realizará un coloquio en la Universidad para la Paz, en el campus de El Rodeo, en el cantón de Mora.
El jueves 17 de junio, entre 9 a. m. y 12 p. m., también se llevará a cabo una presentación de la película Voces inocentes y una posterior discusión con Torres, en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Costa Rica.
Ese mismo día, de 6 a 9 p. m., habrá otra presentación de la película, con similar discusión, en la misma localidad.
La verdadera irrupción de Torres en el ámbito audiovisual se dio a raíz de su guion para el filme del 2005, Voces inocentes, un relato sobre las vivencias de los niños salvadoreños en medio de la guerra de los años 80.
Pero no se trata de un guion cualquiera, sino de una historia autobiográfica sobre la infancia de Torres, quien sobrevivió el conflicto salvadoreño y, eventualmente, escapó a Estados Unidos.
Ahora, el cineasta de 38 años reside en Los Ángeles y se dedica de lleno a la producción audiovisual.
Otros proyectos suyos, desde la conclusión de esta producción, incluyen La vida no es igual , Máncora y En tus manos .