He aquí una película firmada por George Clooney como director; sin embargo, se le siente fácil el sentido crítico, ácido, sulfuroso y hasta feroz de los singulares hermanos Coen (Joel y Ethan) en el guion. Ellos comparten libreto con el propio director y con Grant Heslov, asiduo colaborador de Clooney.
Se trata de Suburbicón: Bienvenidos al paraíso, título que refleja mordacidad luego del planteamiento de la trama o como primer acercamiento a ella. He de decir que esta película no ha sido bien recibida por una parte de la crítica de Estados Unidos, lo que podría ser entendible.
En un foro reciente de Suburbicón: Bienvenidos al paraíso, el crítico Gabriel González señaló (y coincido) en que esa renuencia se debe, ante todo, a la poca aceptación que tienen algunos ciudadanos de dicho país para aceptar determinadas críticas lanzadas al rostro de su chovinismo.
Es que los guionistas no se han andado por las ramas ni tampoco el señor Clooney para, con una historia ubicada en la primera mitad del XX, recordar el peligro de la intolerancia racial y del mesianismo blanco, supremacía esta que parece alentada –en estos momentos– desde esferas gubernamentales estadounidenses.
Mientras el filme muestra la evolución cruel de un poblado en contra de una familia negra, por el solo delito de vivir esta en un vecindario de raza blanca, sociopatía devenida del fanatismo étnico, mientras tanto, vemos el proceso de degradación de una familia blanca conducida al crimen por su psicopatía hogareña.
El juego de ambos cauces narrativos está muy bien llevado, como dos embarcaciones en un solo río que aparentan ir en rutas contrarias, pero no, lo que hay allí es un único universo enfermizo. La redención ha de encontrarse desde la mirada limpia de dos niños, quienes se resisten a ser arrastrados por tales aguas.
Dentro de los signos políticos del filme, no es casualidad que a los blancos se les ocurra construir un muro que impida la pasada de la familia de raza negra hacia sus predios: es parte de su llamada “supremacía blanca”.
Esa trama, especie de monstruo de dos cabezas, la maneja George Clooney muy bien, como un solo y brutal concierto, donde el humor que subyace solo refuerza el caudal narrativo del filme para su consistencia crítica.
Suburbicón: Bienvenidos al paraíso es filme sólido donde sobresale la composición artística para mostrarnos una época, una atmósfera y un peligro histórico. Agreguemos la excelente actuación de Matt Damon, cuyo personaje rasga pieles y la eficacia de la actriz Julianne Moore. Se le puede reclamar cierta lentitud en su ritmo.
Lo cierto es que Suburbicón: Bienvenidos al paraíso supera en mucho los mecanismos de defensa de la crítica estadounidense y George Clooney se muestra firme en lo suyo. Por sus méritos es película para ser recomendada y es lo que aquí hago.
Título original: Suburbicon (Estados Unidos, 2017)
Género: Drama
Dirección: George Clooney
Elenco: Matt Damon, Julianne Moore
Duración: 104 minutos
Cines: Magaly
Calificación: Cuatro estrellas de cinco posibles