En las calles de Liberia le vociferan “Mataguila” a Arturo Briceño López, pero pocos saben que para él ha sido muy difícil lidiar con la muerte de Anthony Vásquez Mondragón.
Los ofensores tampoco saben que el tractorista que sepultó entre escombros a ese niño el 30 de diciembre del 2010 fue el mismo que lo vistió para su entierro.
Arturo Briceño es un guanacasteco de 34 años, y padre de dos niños de 3 y 5 años, condenado a seis meses de prisión, el 24 de agosto, por homicidio culposo.
“Para mí es muy difícil. La Municipalidad siempre brindó ayuda a la familia Mondragón. Yo vestí al niño para el entierro. Entre mis compañeros pagamos las inyecciones y el traslado al cementerio”, expresó.
El Tribunal Penal de Liberia señaló que hubo faltas al deber de cuidado por parte del conductor, y le otorgaron el beneficio de la ejecución condicional.
“Lo que ocurrió no fue culpa mía. El Tribunal dijo que yo a él (a Anthony) nunca lo vi. Ahora tengo la hoja de delincuencia manchada. Si me quedo sin trabajo, ¿qué puedo hacer?”, manifiesta el tractorista.
Los jueces también condenaron a la Municipalidad de Liberia a pagar solidariamente con Briceño ¢29 millones por costas, daños y perjuicios al padre del menor.
Precisamente, señalaron que el Gobierno local no tenía rotulación en el vertedero ni medidas de seguridad para evitar que los “buzos” ingresen al sitio.
Briceño asegura que es responsabilidad de la municipalidad sacar a los recicladores ya que para los tractoristas es complicado y les genera muchos problemas.
“Así como me pasó a mí, le puede pasar a otro compañero. Hoy me toca a mí, pero yo voy a luchar para que esto no les pase a otros”, añadió.
Por su parte, Doris Mondragón, madre del niño fallecido, dijo: “A mí me dolió mucho que encontraran culpable a Arturo porque él dice que estaba trabajando. Para mí, es negligencia de la municipalidad porque no hay rótulos”.
El botadero solamente es vigilado por un guarda.
En el Departamento Legal de la Municipalidad de Liberia no quisieron referirse públicamente al tema, pero dijeron que apelarán contra el fallo.