Un expolicía aseguró ayer ante el Tribunal de Juicio de Cartago que Laureano Montero Romero esperó a su compañera Magdalena Pacheco Bolaños para deshacerse del empresario periodístico José Andrés Borrasé Taylor.
La mujer, quien llegó al país en setiembre extraditada de los Estados Unidos, se abstuvo de declarar ayer durante la apertura del debate por el homicidio.
Al empresario –cuya familia estuvo vinculada al diario
El cadáver baleado apareció en finca Los Tinoco, en La Unión (Cartago), y por ese hecho Montero recibió una pena de 25 años de prisión. Pacheco huyó antes de que se dictara sentencia.
Ayer, el expolicía e investigador privado Martín Carvajal Villalobos reiteró que estuvo en la casa de Montero, en Sabanilla de Montes de Oca, la tarde en que ocurrió el altercado con Borrasé.
“Estábamos en la sala y se escuchó el pito de un carro.
Laureano abrió el portón y salió a recibir a un señor de un BMW blanco (Borrasé era dueño de un carro con esas características).
“Se saludaron y se abrazaron amablemente. Laureano nos pidió que esperáramos afuera”, rememoró Carvajal.
Conforme su decir, a los 10 minutos escucharon la detonación de un arma, por lo que subieron hasta el cuarto. “El señor que había entrado a la casa (Borrasé) estaba bocabajo. Mi compañero lo revisó y dijo que estaba inconsciente.
“Laureano estaba recostado a la pared; se sostenía la parte izquierda del estómago.
Yo le pregunté: Laureano, ¿qué pasó? Me dijo: este h... me pegó, pero no vi sangre”.
El investigador dijo que intentó llamar a la Policía, pero Montero se lo impidió. “Me dijo que él se iba a hacer cargo porque de por sí en un rato llegaba su esposa (Pacheco).
“Como él tomó esa decisión, yo le dije: aquí no vine a nada raro; si no llama a la Policía, nos vamos. Había un carro blanco estacionado en la parte de afuera. Pasamos en frente y vimos a una mujer de pelo largo, rubio”, señaló.
En aquel entonces, Pacheco llevaba el cabello de esa forma.
En 1999, Laureano Montero señaló a los detectives como los autores del homicidio, versión a la que los jueces de aquel entonces no dieron credibilidad.
“La participación de ella (de Pacheco) fue como desde el primer día lo indicó; únicamente accedió a lo que su sociópata compañero sentimental le solicitó, pero la muerte de don Andrés fue ejecutada por Laureano Montero en asocio con los testigos de la Fiscalía”, manifestó.
De acuerdo con la acusación de la fiscala Guiselle Rivera, Pacheco le ayudó a Montero a esposar al empresario. Luego, con ayuda de una tercera persona, lo llevaron a La Unión para matarlo.
A la mujer, según la fiscala, le habría correspondido esconder algunas evidencias, entre estas el arma homicida.