Un funcionario del Banco de Costa Rica (BCR) afirmó ayer que Rodney Morrison y Carlos Howden Pascall depositaron $2,5 millones en 1994 y durante 10 años ese dinero se mantuvo ganando intereses, sin que se hiciera ningún retiro.
La declaración la hizo Juan Carlos Bolaños Azofeifa, gerente de negocios de la Sociedad de Fondos de Inversión del BCR, en el juicio que se sigue a Pascall por el delito de legitimación de capitales.
Ante una pregunta de la jueza Patricia Araya, el testigo dijo que el capital inicial más los intereses podrían crecer hasta alcanzar una suma cercana a los $10 millones.
Este dato fue complementado en la audiencia de la tarde, cuando otro testigo, José Javier Chacón, llevado como perito por la defensa, explicó que, según un informe elaborado por el OIJ, la cuenta que el imputado tenía en el BCR (por $2,5 millones) no registró ingresos desde el 2000 (cuando el OIJ inicia el estudio) y que durante el 2004 se mencionó que era de $10 millones.
“No hay evidencia en el informe policial de dónde salieron los casi $8 millones”, señaló.
Este elemento fue considerado por los defensores de Pascall, Juan José Picado y Carlos Ibarra, fundamental para explicar la procedencia legal del dinero. El Ministerio Público, por su parte, sostiene que el dinero es ilícito pues se generó de la venta ilegal de cigarrillos en una reserva indígena en Long Island, Estados Unidos, y que pertenecía a Rodney Morrison, hermanastro de Carlos Pascall.
Precisamente, un testigo más, Eliécer Alberto Pascall (primo de Carlos Pascall), dijo ayer que la empresa que tenía Morrison dedicada a la venta de cigarrillos llegó a tener hasta 60 empleados y vendía, en promedió , $100.000 al día. Agregó que, debido a la detención de Morrison, esa empresa cerró en el 2009.
Hoy, en la continuación del juicio, declarará Peter Smith, un abogado estadounidense, quien defiende a Morrison en ese país.