Aceras angostas, poca iluminación y el cierre vespertino de los comercios en San José convierten a las paradas de buses en blanco del hampa. Los asaltos, regularmente, ocurren entre 5 p. m. y 9 p. m., mientras las personas hacen fila a la espera del transporte que les llevará de regreso a sus casas. Según las autoridades, esa circunstancia es aprovechada por uno, dos o hasta tres sujetos que llegan y despojan a los presentes de sus pertenencias de valor, en especial, teléfonos celulares.
Marcelo Solano Ortiz, director de la Policía Municipal de San José, reconoce que a pesar de la baja en delitos contra la propiedad, la vulnerabilidad de los transeúntes en las paradas es alta y considera que la falta de terminales con condiciones de seguridad adecuadas convierten estos espacios en “zonas calientes” para atracos.
El jerarca policial precisa que los ladrones oportunistas buscan tres características en sus potenciales víctimas: que sea de fácil abordaje o vulnerable, que tenga a la vista algún objeto de valor y que el sitio donde transita le permita al delincuente una rápida huida.
Alberto Mata Torres, oficial de investigación de la Sección de Asaltos del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) en San José, coincide con Solano y destaca que paradas como las de Desamparados, San Sebastián, Hatillo, Alajuelita, así como algunas de lugares de Heredia y Cartago, son algunas en donde más incidencia delictiva se presenta, esto a partir de los datos de denuncias que ingresan.
Por ello, el investigador recomienda a las personas evitar el uso del celular en vía pública, portar poco dinero en efectivo y de preferencia no utilizar cadenas o esclavas de oro en el casco central josefino. También enfatiza que lo primordial ante estas circunstancias es entregar los bienes, para evitar que los asaltantes se pongan agresivos y lleguen a herir a alguno de los presentes con arma de fuego o arma blanca, que es lo que más utilizan. “Los bienes materiales se recuperan, pero, la vida humana o alguna lesión que cualquier persona puede sufrir es lo que se trata de evitar’', comentó.
Agrega que otra situación que han atendido en los últimos meses es que un grupo de hampones se monta al bus y, en determinados puntos, ya previamente elegidos, amenazan al conductor de la unidad y a los pasajeros para quitarles dinero y pertenencias.
Mata afirma que estas situaciones las han atendido cerca del cruce de La Galera y en la ruta 32. “Hay asaltos dentro de los autobuses. Ahí, dos o más personas son pasajeras y en determinado momento usan un arma de fuego o arma blanca para que el conductor y pasajeros les den pertenencias, luego se bajan y escapan”.
Otra situación
Además de esa dinámica delincuencial, el oficial del OIJ asegura que también fuera del casco central se dan atracos en paradas, aunque esa dinámica es distinta, ya que los delincuentes llegan en moto o carro a paradas donde se aglomera la población a esperar el transporte público que les llevará de la comunidad en la que habitan a otro sitio.
“En Desamparados, Alajuelita, Tibás y otras rutas hacia San José hemos tenido casos de personas que esperan bus y llegan dos o más sospechosos en carro o moto y con arma de fuego intimidan a los presentes para que entreguen bienes. Esto lo vemos a ciertas horas de la madrugada y mañana, pero se repite en las horas pico de la noche”, asegura.
Los teléfonos celulares, que es lo que más roban, son vendidos para repuestos o, dependiendo de su marca, llevados a una compraventa para ser comercializados con terceros.
La influencia de la pandemia
A pesar de la persistencia de la problemática en los asaltos, Mata comenta que la pandemia de covid–19 y las restricciones han generado una tendencia a la baja en la cantidad de atracos atendidos en la provincia de San José, exceptuando los cantones de Pérez Zeledón y Puriscal, que son atendidos por otras delegaciones judiciales.
Mientras que en el 2019 se recibieron 8.041 denuncias, en el 2020 hubo una baja de casi el 50%, ya que se contabilizaron 4.260 causas y, el año pasado, disminuyeron a 3.600. No obstante, el investigador cree que no se debe bajar la guardia, porque solo en los primeros 11 días del año se registran 117 casos en San José.
“Estamos proyectando 320 casos al finalizar el mes. El año pasado el pico más alto fue en enero con 402 casos y el más bajo en junio con 278 casos, en promedio hubo 330– 340 asaltos al mes en San José, excepto Puriscal y Pérez Zeledón”, aseveró.
El oficial pide a la población que a la hora de visitar un sitio se consulte por las características de la zona y que, en caso de acudir a poner una denuncia, el afectado trate de tener la mayor claridad mental posible, con el fin de que eso les permita investigar de mayor forma e incluso cruzar información para saber si hay más hechos similares.
Recomendaciones
- No poner resistencia ante ningún asalto
- Permanecer atentos al entorno
- Evitar caminar con teléfono en la mano y no llevarlos en la bolsa de atrás del pantalón
- En caso de viajar en carro, intentar llevar los objetos de valor en la cajuela
- No portar mucho dinero en efectivo
Fuente: OIJ