El Ministerio de Seguridad puso sobre la mesa la posibilidad de que los oficiales de nuevo ingreso y aquellos de quienes se sospeche que están ligados a algún delito, puedan ser sometidos al polígrafo, mejor conocido como el detector de mentiras.
La propuesta fue dada a conocer por Gustavo Mata, ministro de Seguridad, cuando rindió el informe anual de labores el pasado 13 de diciembre.
“El polígrafo es una herramienta que da la posibilidad de tener un panorama más amplio de la persona que se está contratando. Por eso, enviamos una consulta al Ministerio de Trabajo, la cual esperamos que salga en estos días”, manifestó el titular de Seguridad Pública.
Mata indicó que este tipo de herramientas es utilizado en muchas policías en el ámbito mundial y, aunque reconoce que es un tema polémico, considera necesaria su aprobación.
“Habrá gente que la critique, personas que no estén de acuerdo, pero vamos hacia adelante a paso firme, lógicamente, utilizando mecanismos legales; y al que no le guste salado.
”Debemos ser más quisquillosos con el funcionario que usa una placa. Si ellos son los que nos van a cuidar, deben demostrar que son transparentes o no tienen nada que ocultar”, enfatizó el ministro Mata.
Uso voluntario. Pese a que el ministro comentó que al que “no le guste salado”, Jeiner Villalobos, director de la Asesoría Jurídica del Ministerio de Seguridad, explicó que el uso del polígrafo sería algo voluntario.
“Si la persona no se quiere someter a la prueba no le vamos a exigir que se someta. Tampoco va a tener una consecuencia negativa para él , esto es para tomar decisiones a lo interno. Si se somete a la prueba y sale negativa tampoco podemos tomar alguna represalia”, detalló el funcionario
Villalobos explicó que, desde hace cinco meses, están en conversaciones con las autoridades del Ministerio de Trabajo y fue hace dos meses cuando se remitió la solicitud formal.
Agregó que, parte de lo que han tratado de hacer ver al Ministerio de Trabajo, es que el policía no puede ser visto como un simple trabajador, ya que este tipo de prácticas fue prohibida por la Sala Segunda.
“Hemos estudiado doctrina y jurisprudencia y hemos conversado con el Ministerio de Trabajo, pero todavía no hemos llegado a una solución del caso.
”Con esto, lo que se trata es evitar, en cuerpos policiales, la infiltración de personas que puedan entorpecer la labor. Evitar que haya infiltración en la policía de narcotraficantes o mafia”, agregó el director jurídico.
Por ejemplo, si hay sospechas de que algún oficial tiene algún ligamen con un grupo delictivo, podría consultársele que se someta a la prueba.
El Ministerio de Seguridad espera que durante el primer semestre del 2017 haya más claridad sobre este asunto y poder implementar el polígrafo.
El anuncio del ministro se hizo cinco días después de haber informado que ordenó el despido de 115 policías corruptos.
Se trata de oficiales vinculados a homicidios, narcotráfico, violaciones sexuales, asociación ilícita, crimen organizado y extorsión. Los despidos se hicieron con responsabilidad patronal.
Censura de Sala II. Desde el 28 de junio del 2011, la Sala Segundo consideró como “inaceptable” someter a trabajadores a un polígrafo.
La resolución fue tomada al resolver un recurso de un trabajador de una empresa privada que fue despedido con base al resultado de la prueba del detector de mentiras.
“Resulta contrario a la dignidad humana considerar que los empleadores pueden utilizar en forma obligatoria para los trabajadores, métodos de inspección de su inconsciente para obtener de ellos información en contra de su voluntad”, manifestaron los magistrados en el fallo 2010-001083.