Ministro de Seguridad revela proliferación de matones a sueldo

Por ejemplo, el OIJ está investigando un tiroteo ocurrido la noche del domingo en Linda Vista, Río Azul, La Unión, donde un hombre de apellido Bustillo, de 33 años, recibió dos disparos en las piernas luego de que un sujeto le exigiera dinero y él no lo portara. El hombre herido fue llevado a un centro médico de la zona.

Otro caso reciente ocurrió en San Ramón, donde un comerciante informal solicitó un préstamo “gota a gota” por ¢300.000 y debía pagar ¢15.000 por semana. Debido a un retraso en el pago fue víctima de una golpiza, por lo que cuando la Policía llegó, lo encontró ensangrentado y fue trasladado por socorristas al centro médico local. Sin embargo, por temor a que se cumplieran las amenazas que recibió, el comerciante decidió no presentar una denuncia.

Existen muchos casos de personas que sobreviven a tiroteos y prefieren no denunciar, lo que pone a la Policía en desventaja, ya que solo se pueden llevar a juicio aquellos casos que se denuncian formalmente.

El año pasado, el OIJ recibió 800 denuncias por extorsión y amenazas relacionadas con este tipo de préstamos.

Ante esta situación, el Departamento Legal del Ministerio de Seguridad está trabajando en un proyecto para tipificar estos préstamos extorsivos como delito. Esto se debe a que, mediante estos créditos informales, se logra extorsionar y someter física y financieramente a las personas.

“Estamos trabajando en esa línea, ya que las bandas de narcotráfico están utilizando sus ganancias para multiplicarlas a través de estos préstamos y, al mismo tiempo, financian a los asesinos a sueldo”, afirmó Zamora.

Añadió que buscan reunirse con entidades bancarias y de microfinanzas, con el fin de que flexibilicen las exigencias para préstamos, pues las trabas actuales sirven como escenario perfecto para que proliferen este tipo de delitos, pues la necesidad lleva a muchos a involucrarse en esos créditos.