Las dos cámaras de seguridad de un taller, en Llorente de Flores de Heredia, no grabaron a quien abandonó allí el vehículo de una familia limonense que está desaparecida desde el lunes.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) informó de que los aparatos instalados en el comercio están dañados.
El vehículo apareció en ese lugar el viernes, sin placas, sin la llanta de repuesto, pero sí con la etiqueta del marchamo.
El número en el marchamo permitió verificar que era el mismo auto de la familia conformada por la policía la Fuerza Pública, Shirley Andrea Angulo Fernández, de 30 años; el expolicía Víctor Blanco Vega, de 32; y dos niñas: de un año y siete meses, y de tres meses.
Los trabajadores del taller alertaron a las autoridades cuando se percataron de que el auto estuvo desde el día anterior estacionado en ese lugar. Los administradores de otros negocios entregaron, a los agentes, los discos de sus sistemas de grabación.
La Policía Judicial también comunicó que se hizo un análisis forense al vehículo de la marca Suzuki. En ese registro se recolectaron elementos pilosos (vellos) y fibras de otros materiales, como ropa.
El OIJ indicó que la prueba de luminol no detectó ningún fluido, como sangre.
Además, la entidad detalló que el carro no tenía radio y que dentro había un cepillo de dientes.
Sin rastro. La Policía trata de descubrir el paradero de esta familia desde el martes, cuando allegados denunciaron que no sabían nada de ella pese a que todas sus pertenencias estaban en la vivienda.
La mujer estaba en periodo de licencia por maternidad hasta el 8 de octubre; mientras, Blanco debe afrontar un juicio por robo a finales del próximo mes.