Vagoneta llena de arena traía licor de contrabando

Las autoridades encontraron el cargamento, a la 1 p. m. , en Pueblo Nuevo de Coto Brus, en Puntarenas, luego de que recibieran una llamada anónima.

Domingo Cruz, jefe regional de la Fuerza Pública en la zona sur, dijo que el conductor, de apellido Calderón, viajaba de Paso Canoas en el cantón de Corredores hacia Cartago, cuando se topó con un retén de la Fuerza Pública.

Calderón les indicó a los oficiales que solo transportaba una carga de arena; sin embargo, su nerviosismo hizo que un policía entrara en sospechas por lo que decidió subir al cajón del camión para hacer una inspección minuciosa.

Fue entonces cuando el agente divisó unas láminas debajo de la arena. Al levantarlas, observó las cajas que contenían el licor.

Tras un conteo dea la mercedería decomisaron 203 cajas de licor variado, 31 cajas de cerveza, 43 litros de licores variados, 9 unidades de 840 mililitros de licor y una garrafa de 1.75 litros de licor.

“Lo que hicieron fue colocar toda la mercancía en el interior de la vagoneta, sobre eso, pusieron láminas de zinc y, luego, le echaron arena encima.

”Él (conductor) nos contó que le iban a pagar como ¢500.000 por ese trabajo”, explicó Cruz.

La vagoneta fue trasladada hasta el puesto policial de Laurel de Corredores, en Puntarenas; mientras que el caso fue puesto a la orden del Ministerio Público, de Corredores.

Otros retenes. La Policía hizo dos decomisos más en Puntarenas: uno fue en Buenos Aires; el otro en Paso Canoas.

En el primer operativo, la Fuerza Pública localizó , a las 5:15 p. m. del lunes, a tres carros, que transportaban 1.210 unidades de diferentes licores. Fueron aprehendidos en el Brujo, de Buenos Aires.

Según las autoridades de control fiscal, esa mercancía supera los ¢10 millones.

Los vehículos eran conducidos por tres hombres, pertenecientes a una misma familia, de apellido Trejos, vecina de Río Claro, de Golfito.

En el otro retén en Paso Canoas, las autoridades dieron, la noche del lunes, con 700 litros de combustible panameño.

La mercancía –oculta en estañones y pichingas, fue encontrada en eun camión, conducido por un hombre, de apellido Hernández. Ambos casos quedaron en manos del Ministerio Público.