Ricardo Álem León, condenado a 20 años por narcotráfico en el 2010, aprovechó la visita del presidente de la República, Luis Guillermo Solís, para agradecerle que hace siete meses cerraran mediana cerrada y los reos fueran trasladados a otro ámbito con mejor condición.
“No sé si usted conocía el lugar donde vivíamos. Yo estuve cinco años donde el agua la daban tres veces al día. Vivíamos entre ratones y gatos. Para ir al baño, era un hueco; no había lavatorio, los cables se veían y nos pasaron a módulos como este (el de adulto joven).
“Ahora, uno se levanta de la cama y no pisa a otro compañero, porque no hay un privado de libertad en el piso (...). En mediana cerrada tenemos duchas, podemos ir a un escusado como gente común y corriente, lavarnos las manos en un lavamanos y todas las comodidades (...). Queremos agradecerle”, dijo.
El reo se refirió al traslado de 1.200 reclusos del ámbito D (mediana cerrada) a nuevos espacios. Esto, por orden de la Sala IV, debido a las pésimas condiciones del sistema eléctrico.
Álem enfrenta líos con la justicia desde 1988, cuando era el representante de país ante el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
Periodista en la sección de Sucesos. Trabaja en La Nación desde el 2000 siempre en la cobertura de asuntos de Sucesos y Jurídicos.
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