La Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia anuló una sentencia de 18 años de cárcel a un empresario por el delito de homicidio, pues el Tribunal de Juicio de Nicoya interrumpió la continuidad del debate en tres ocasiones, sin causa justificada.
La decisión se tomó en la sesión del 14 de setiembre y fue por votación dividida.
Tres magistrados la apoyaron (José Manuel Arroyo, Jorge Luis Arce y Ana Eugenia Sáenz) y dos salvaron el voto (Jesús Ramírez y Carlos Chinchilla).
La Sala Tercera ordenó la realización de un nuevo debate, a la mayor brevedad posible, por un tribunal de distinta integración, dedicado exclusivamente al conocimiento de la causa.
Los viernes, agregó, los dedican a redactar sentencias y otros asuntos propios de los jueces.
En declaraciones emitidas por medio de la oficina de prensa de la Corte, señaló que esa fue la razón de las interrupciones.
La jueza comentó que, tras esta resolución, decidieron que, cuando inicien un juicio, le darán continuidad hasta terminarlo y que los otros procesos deberán esperar.
Según Dumani, para el próximo año la Corte abrió dos nuevas plazas de jueces para la zona, con lo cual esperan poder integrar dos tribunales y acabar con el problema.
El juicio se inició el 8 de febrero, continuó el miércoles 10, se volvió a suspender, pues el Tribunal tenía otras obligaciones, y la sentencia se dictó el 25 de febrero de este año.
El Tribunal, integrado por Cynthia Dumani, Rubén Alfaro y Wilson Chon Kan, necesitó tres audiencias. Un día de juicio –con salarios base del Estado– tiene un costo aproximado de ¢250.000, lo cual significa que volver a hacer este debate costará más de ¢750.000
El recurso de casación lo presentó Rafael Ángel Guillén, quien alegó que la suspensión de la continuidad del juicio, sin justificación, perjudicó al imputado.