Pescadores temen represalias por conflicto

La inquietud la exteriorizó Jesús Chaves Vidaurre, presidente de la Asociación de Pescadores Artesanales de Barra del Colorado, quien fue detenido en marzo cuando se encontraba pescando en el “paralelo 10-50” y, según él, en diversas ocasiones las autoridades costarricenses le han informado de que pueden llegar hasta el “paralelo 10-56”.

“El problema es que nos llevan con todo y lancha a Bluefields, donde le abren un proceso por pesca ilegal y comienzan a sumar multas. La última vez tuve que pagar $3.000 para sacar la embarcación y perdí un GPS, el teléfono celular y las artes de pesca”, expresó.

Jesús Chaves afirmó que esperan reunirse en los próximos días con las autoridades del Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (Incopesca) y del Servicio Nacional de Guardacostas del Ministerio de Seguridad para pedirles protección cuando salgan al mar.

Además, dijo, aprovecharán la reunión para pedir que los autoricen a pescar hasta las 20 millas náuticas (37 kilómetros) de la costa. En la actualidad, a las lanchas pequeñas solo les permiten alejarse tres millas náuticas (casi seis kilómetros) del litoral.

El dirigente agregó: “Con este conflicto todos sabemos que no podemos acercarnos a la zona limítrofe con Nicaragua porque dondequiera que estemos nos van a detener y a quitarnos el producto del trabajo y los equipos de pesca”.

Las opciones son que lanchas de Guardacostas los protejan o que puedan alejarse de la costa a realizar el trabajo, declaró Chaves.

El presidente de la agrupación, que cuenta con 30 afiliados, dijo que este año también han sido detenidos Wagner Alvarado y Mario Brown. El primero estaba en la laguna Samay y el segundo, cuando se encontraba en el mar, entre Colorado y Tortuguero. Esta alerta la hizo cuando está por iniciarse la temporada de pesca, que va de diciembre a febrero.

Entre tanto, primaba la tranquilidad en Barra del Colorado –el pueblo más cercano al área de la disputa limítrofe entre Nicaragua y Costa Rica–.

La Fuerza Pública, junto con oficiales del Servicio Nacional de Guardacostas y del Ministerio del Ambiente realizaron operativos en los canales en un plan cuya finalidad es dar confianza a los 1.500 habitantes de ese poblado.

Los habitantes están muy pendientes de las informaciones de prensa sobre el lío, pues insisten que esto puede distanciarlos de San Juan de Nicaragua, donde tienen familiares y amigos.