Jorge Rojas dir ioj, francisco Segura Subdirector. OIJ
Tras varios intentos fallidos, el pasado viernes Jorge Rojas Vargas tomó finalmente la decisión más difícil en sus últimos diez años: firmar la carta de renuncia como director del Organismo de Investigación Judicial.
Rojas, quien inició su carrera como agente policial cuando estaba recién graduado del colegio, pondrá fin el próximo 1.° de julio a 37 años de servicio.
El jefe policial anunció que se irá a descansar y que no se sumará a ninguna precandidatura. En ese sentido, sostuvo que su sucesor no debe ser un político.
Rojas sale convencido de que dirigió su trabajo con objetividad, imparcialidad, independencia y transparencia.
No fue fácil tomar la decisión de salir. Hoy ya son muchos años y sé que hay gente que lo puede llevar de mejor forma. El tema del presupuesto no está provocando mi salida.
Aclaro, por los malpensados, que Jorge Rojas no va a participar con ningún precandidato. Toda la vida dirigí mi gestión de una forma apolítica y, saliendo de la Policía, siempre me mantendré apolítico. Si hay oportunidad de trabajo en lo que yo conozco, será en algún otro momento.
Hay camino recorrido por políticos buscando este puesto, lo cual me preocupa. Ya sé que andan por ahí algunos; me pareció un irrespeto importantísimo para mi persona cuando hace seis meses andaban buscando mi puesto. Dejo esto en manos de los que les toca responder a esa situación (a la Corte Plena).
Quien esté acá no puede ser un mandado de ningún político. Tenemos que tener independencia y tampoco pueden meterse nombrados por capos (del narcotráfico), del crimen organizado o convencional. Yo no soy de los que me alegro cuando en una semana bajan los asaltos y algunos dicen que ya lograron éxitos. Los temas policiales hay que tenerlos muy claros, hay que conocerlos para enfrentarlos. Quienes quieran seguir con esta línea, deben tener el conocimiento y esas cualidades para hacerlo de la mejor manera. No sería justo para Costa Rica ver mañana a un político manejando la entidad que investiga los delitos que luego lleva a los Tribunales.
Nos avocamos en darle la mejor estructura y obtener los resultados más eficaces de la historia policial del OIJ en el combate al crimen organizado y convencional y el mantenimiento de la paz social. Toda esa estructura en equipo y personal, pese a la limitación del recurso, la hemos hecho y me siento muy contento de esto. Tenemos agentes y profesionales en diferentes campos que están al nivel de muchas policías del mundo. Costa Rica tiene una policía muy capaz de investigar cualquier delito. La capacitación del policía ha sido enorme, pero no alcanzan los cursitos de la Escuela Judicial. Creamos un Código de Ética, sobre la serie de principios que deben respetar nuestros agentes: protección a la vida, legalidad, probidad y otros. Nadie nos ha podido cuestionar nada en tema de legalidad. Nosotros no hacemos nada ilegal, y si un agente se sale de la ley, inmediatamente actuamos. Llegamos a investigar para detener y no a detener para investigar. El OIJ no abusa deteniendo a nadie para ver cómo investiga y vincula.
Siempre en la vida hay cosas que uno hace y no son las correctas. El no tener el presupuesto necesario tiene limitada la extensión del OIJ, pero que no se diga que no hice la lucha. Todavía hay agentes con 18 o 20 casos por mes, esto es una carga muy importante, no se puede tener 20 homicidios o asaltos a la vez investigándose.
Hemos llevado oficinas a muchos lados, mejorado nuestra estructura y aumentado personal en muchas líneas. Pero el presupuesto tan difícil que nos dan para trabajar es lo que uno echa de menos en la gestión. Dejamos encaminado un proyecto que nos parece fundamental: la Academia de Policía Judicial.
Voy a mi casa. No he tenido tiempo de pensar qué voy a hacer. La verdad es que la salida no ha sido fácil. Es una decisión que he compartido con mi familia, unos están de acuerdo con que salga, otros no. No estoy escondiendo nada. Simplemente, llegó el momento de salir de la institución y me quedaré descansando.