EscucharUn juez del Tribunal de Flagrancia de Limón plagió el libro
El hecho consta en un fallo del Juzgado Civil y de Trabajo de Desamparados, del 11 de mayo, que determinó : “La tesis del accionado es resultado de un plagio del libro de marras de la actora”.
En la sentencia, el juez Luis Carlos Arana Oronó dio un plazo de 60 días al demandado, Roy Barboza Blanco (juez desde el 2010 en Limón), para que incluya un documento adicional a su tesis, donde indique que “la misma está basada íntegramente en el libro”.
La autora del libro, Maribel Gutiérrez Villalobos –también abogada– prefirió no referirse a la sentencia, pues dijo que había apelado el fallo, pues pretende que se retiren de las bibliotecas todos los ejemplares de la tesis.
Sandra Castro, de la Oficina de Prensa de la Corte, confirmó que el expediente está en apelación desde el 19 de junio en el Tribunal Segundo Civil de San José.
En su criterio (según la demanda), “la tesis tenía gran similitud con mi libro, llegando inclusive a sospechar (...) se había plagiado mi obra”, que, dijo, fue publicada en 1999 por la Universidad Estatal a Distancia (UNED).
Cinco años después, el juez Arana, basado en la perita judicial Ligia Oviedo Zúñiga, determinó: “No hay duda de que efectivamente se dio un plagio por parte del demandado Roy Barboza”.
Advirtió: “Don Roy ha mantenido que hizo un trabajo que tenía mucha relación con el trabajo de la señora. Son trabajos que conllevan una misma dinámica de investigación, y de ahí que se parece lo publicado en un lado y el otro. Don Roy hace uso del libro y en su tesis así lo expresa”.
Consultado Rodríguez por qué no apeló, dijo: “No vamos a recurrir nada. El resultado ya está. Qué vamos a decir, si el juez dice que se dio eso con base en un peritaje”.
Entre tanto, Sandra Castro informó de que la Corte está tratando este tema con toda transparencia y que podían “asegurarle a la población que, una vez confirmada la sentencia, se actuará con todo el peso de la ley”.
Por su parte, Silvia Castro Montero, rectora de la Ulacit, manifestó que cuentan con políticas rigurosas de honestidad académica y control del plagio, y que “la responsabilidad de velar por que los trabajos de investigación sean originales recae en el director de tesis y en los lectores, quienes, en este caso, son profesionales renombrados en su ejercicio laboral y docente”.
