Alfonso José Castro Núñez recibió severas penas este lunes por cinco violaciones, dos robos simples, dos robos agravados y una evasión, perpetradas entre julio del 2020 y marzo del 2021 en Sarapiquí de Heredia, donde residía.
El Tribunal Penal de la zona le impuso 72 años y seis meses de cárcel; no obstante, la pena fue readecuada a 48 por las reglas del concurso material. Esto ocurre cuando una persona comete más de un delito, en un mismo momento. Ante esto, se suman las penas que corresponde a cada delito, sin que la pena final supere el triple de la pena mayor.
Castro Núñez fue exonerado, por duda, de otros dos delitos de violación y tres de robo agravado, pues los jueces no tuvieron a la vista pruebas suficientes para atribuirle la comisión de los hechos.
El caso de este hombre, de 32 años en la actualidad, se volvió conocido en marzo del 2021, ya que luego de una semana de permanecer en las celdas del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Sarapiquí, Heredia, se escapó y estuvo en fuga durante tres semanas.
En el debate se logró comprobar que Castro aprovechaba las horas de la madrugada para ingresar a viviendas en el distrito de Horquetas de Sarapiquí, amenazar a las víctimas y apoderarse de dinero y otras pertenencias que encontraba en las moradas. Además, en la investigación se determinó que durante los robos cometía las agresiones sexuales.
Aunado a la pena de cárcel, como acción civil resarcitoria se le impuso el pago de ¢10 millones en favor de una de las víctimas. Originalmente, la Fiscalía de Sarapiquí había pedido un total de 261 años en prisión.
La sentencia fue dictada por los jueces José Campos Jiménez, Henry Segura Hernández y Juliette Araya Rodríguez.
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Un sujeto escurridizo
El 1.° de marzo del 2021, luego de que las autoridades policiales identificaron al presunto responsable de una serie de violaciones y robos en Sarapiquí, se logró la captura de Alfonso Castro Núñez. Fue trasladado a las celdas del Organismo de Investigación Judicial de la zona a la espera de un espacio en Adaptación Social.
En medio de esa circunstancia, el 7 de marzo del 2021, a las 6 p. m., presuntamente el imputado le pidió a uno de los custodios de cárceles que le permitiera bañarse. Una vez en el baño, el acusado rompió el cielorraso y se fugó y se mantuvo escondido en las montañas de la zona.
Se presume que recibió ayuda de algunas personas e incluso subsistió con pequeños robos de ropa y comida. Evadió a las autoridades hasta el 26 de marzo, cuando fue detenido en una casa en Cubujuquí.
En su búsqueda participaron más de 150 de policías, así como perros entrenados y drones.
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