Ciudad Quesada. Al nuevo debate por el asesinato del empresario turístico Geovanny Soto Ruiz y sus hijos, Mauricio y Emanuel Soto Soto, solo se presentó ayer un imputado.
Se trata de un hombre de apellido López, de 30 años, mientras que su compatriota nicaragüense, Moisés Sandigo Fernández, estuvo ausente. Al parecer, se fugó a su país natal, por lo que fue declarado como reo rebelde y se emitió una orden de captura internacional.
En octubre del 2014, el tribunal sancarleño absolvió por duda a ambas individuos, pero, un año después, un tribunal de apelaciones anuló el fallo a pedido de la Fiscalía y ordenó un nuevo debate, el cual preside el juez Antonio Barrantes.
Julio Bonilla, de la Fiscalía de Crimen Organizado, atribuyó a López y Sandigo tres delitos de homicidio calificado, tres privaciones de libertad agravada y un robo agravado, ya que aparentemente, despojaron a los familiares de $1.300 en efectivo, dos celulares y un reloj de pulsera valorado en ¢1 millón.