EscucharSin una prueba directa, pero con la declaración de testigos que lo ubican en el lugar de los hechos, el Tribunal Penal de Goicoechea culpó a Géster Gustavo López del homicidio de una mujer embarazada, y le impuso 16 años de prisión.
El cuerpo de Rosaura Herrera Ríos (25 años) apareció la mañana del 22 de julio del 2012 en su casa en Tibás, San José. Fue atacada el día anterior. Ella trabajaba en un salón de belleza muy cerca del Estadio Ricardo Saprissa.
Las juezas Francini Quesada, Susana Wittman y Mercedes Muñoz impusieron ayer 13 años de cárcel por un delito de homicidio simple y otros tres por aborto sin consentimiento pues Herrera tenía 12 semanas de gestación.
La decisión del Tribunal fue unánime; es decir, no hubo dudas de que López mató a la mujer. Así lo explicó la jueza Francini Quesada.
:quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/H7QH67W23JHSFLHRLQM626JSFY.jpg)
Las juezas Susana Wittman, Francini Quesada y Mercedes Muñoz, del Tribunal Penal de Goicoechea, condenaron a Géster Gustavo López por homicidio simple y aborto sin consentimiento. | MARCELA BERTOZZI (Marcela_Bertozzi)
“La prueba indiciaria es aquella que, unida a otra y analizada de forma global, lleva en forma unívoca a una decisión. Si bien no existe ningún tipo de prueba directa o testigo presencial que hubiese podido determinar exactamente qué pasó, este Tribunal contó con una serie de declaraciones con las que se llega a esta decisión”, dijo Quesada.
Declaración. Quesada explicó que uno de los testigos que realizaba trabajos en la casa de su novia, contigua a la vivienda de la embarazada, la vio hablando con López.
Herrera le iba a alquilar un cuarto a López, pero tenían problemas porque, al parecer, él le robaba.
Cuando el testigo se fue a la pulpería y regresó a la casa de su novia, se topó con López, quien iba con los ojos desorbitados.
“Al llegar a la casa de su novia, ella le cuenta que escuchó cuando a una persona la estaban sumergiendo en agua, escuchó una discusión y se asustó mucho. Cuando ambos fueron a tocar la puerta (de la casa de la ofendida), nadie respondió”, señaló la jueza Quesada.
Añadió que la hora de muerte de la ofendida fue entre las 9 a. m. y 11 a. m., tiempo en el cual los testigos observaron a López en la casa de la víctima. Las juezas explicaron que se fijó en 16 años la pena para que López pueda “interiorizar” en prisión lo ocurrido.
“Se impusieron 16 años por la necesidad de que usted aprenda un trabajo lícito, que usted sea una persona de provecho para usted y para su familia y cuando usted descuente la pena y entre a la sociedad, sea una persona que respete las normas y pautas sociales de normal convivencia con el resto de ciudadanos sin cometer ilícitos penales o causar daños a terceras personas”, dijo la jueza Quesada.
