Junior Araya, Director de Ingeniería de Tránsito.
El flujo vehicular entre Cartago y San José se ha visto paralizado dos veces en un lapso de 48 horas. ¿Surgen cuestionamientos sobre la confiabilidad de la ruta?
El problema de origen es que nuestra infraestructura vial es muy vulnerable. Tenemos rutas importantes que carecen de una ruta alterna con capacidad para albergar todos los vehículos, en caso de algún accidente o cierre.
”En últimas administraciones se ha dado un impulso importante al crecimiento de infraestructura, pero por 30 años prácticamente no se hizo nada y ahora estamos pagando las consecuencias”.
¿Qué opción tienen los conductores al toparse con presas tan severas?
Como las otras rutas no tienen capacidad para albergar todo el flujo de la vía principal, prácticamente no hay nada que hacer. En el momento en que una de las rutas tiene problemas, vamos a tener grandes congestionamientos. Ahí, lo único que se hacer es un despliegue de oficiales de tránsito para tratar de mitigar el efecto. Sin embargo, con la infraestructura que tenemos, es prácticamente imposible evitarlo.
¿Qué soluciones se plantean a futuro para solventar las evidentes carencias viales?
Con obras a corto plazo no podemos evitar las consecuencias de los cierres. A largo plazo, hay un proyecto, eventualmente para concesión de obra pública, que implicaría una ampliación a una mayor cantidad de carriles.