Las intensas y persistentes lluvias que han caído sobre la vertiente del Caribe, desde las primeras horas del pasado lunes, produjeron cinco muertes en los cantones de Turrialba y Siquirres, han afectado a más de 5.000 personas y provocaron serios daños en la infraestructura y vías de acceso.
Hasta anoche, al cierre de esta edición, la provincia de Limón se mantenía aislada ya que las tres vías de acceso desde el Valle Central estaban obstruidas por derrumbes. Solo en la carretera Braulio Carrillo se reportaron 14 derrumbes, según el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT).
En la misma situación de aislamiento se encontraba el cantón de Sarapiquí, donde las fincas bananeras sufrieron los mayores embates de las aguas. Habitantes de Puerto Viejo informaron, además, que la crecida del río Sarapiquí había alcanzado las viviendas y establecimientos comerciales del centro de ese poblado.
De acuerdo con informes del Organismo de Investigación Judicial, los fallecidos son Manuel Marín Navarro, de 82 años de edad, en Betania de Siquirres; Belisario Vargas Vargas, de 40 años, quien fue sepultado por un terraplén en la finca ASECATIE; María Elena Gutiérrez Salazar, de 30 años, y su primo Julián Gutiérrez Méndez, de 22 años, y Oscar Orocú González, de 60 años, quien murió en el barrio Campabadal; las cuatro víctimas eran oriundas de Turrialba.
No obstante, el número es conservador ya que se registran diez desaparecidos en Siquirres y al menos uno en Turrialba, por lo que las autoridades temen que cuando la situación se normalice, las pérdidas humanas sean mayores.
Los evacuados se hallaban a salvo en distintos albergues.
Ayer la Cruz Roja Costarricense decretó alerta roja ya que esperaban que las emergencias se incrementaran durante la noche, en vista de que no cesaban los fuertes aguaceros.
De acuerdo con Edwin Campos, del Instituto Meteorológico Nacional (IMN), el mal tiempo se extendería el menos por el día de hoy, cuando las lluvias sean menos intensas pero permanentes. (Véase nota aparte.)
Por esta razón, el director de operaciones de la Comisión Nacional de Emergencias, Manuel Obando, insistió en que la alerta se mantendrá aunque el tiempo mejore, en virtud de que los terrenos han acumulado suficiente agua como para ocasionar desprendimientos en cualquier momento.
Frente al peligro
En la ciudad de Turrialba, afectada por el desbordamiento de los ríos Colorado y Turrialba, los barrios más afectados fueron Aragón, Las Américas, ciudadela Clorito Picado, Santa Teresita, San Cayetano y los alrededores del cementerio.
A las 10 a.m., una cabeza de agua obligó a los habitantes de Las Américas a huir de sus viviendas.
Mario Aguilera Herrera, cuya casa estaba ubicada cerca del cementerio, expresó su consternación al ver su esfuerzo reducido a escombros, a la vez que agradecía que su familia se hallara a salvo.
"Yo trabajo en construcción; lo que tenía costó mucho. Pero al ver las lluvias de anoche (antenoche) llamé al patrón y le dije que si quería rebajarme el día lo hiciera, pero yo no iría a trabajar para no dejar a mi familia sola; por suerte Dios me iluminó y todos estamos bien", comentó.
En esa sitio cuatro viviendas se vinieron abajo, al desprenderse la colina sobre la que fueron construidas.
Verdugo en febrero
Según el IMN, este febrero se ha convertido en el de mayores precipitaciones desde 1970, cuando cayeron sobre Limón 535 litros de agua por metro cuadrado. Las cifras de febrero de 1951 llegaron a 650 litros por metro cuadrado.
Las lluvias provocaron el desbordamiento de 15 ríos en la zona caribeña, entre ellos el Reventazón, Turrialba, Pacuare, Sucio y La Estrella.
Jerarcas de la CNE explicaron que el envío de suministros se ha dificultado precisamente por el mal estado de las carreteras, razón por la cual los trabajadores del MOPT y de Acueductos y Alcantarillados no iban a poder continuar con su labor.
Tanto Turrialba como gran parte de Limón carecían de agua potable por los daños causados a los acueductos locales. Por su parte, la Compañía Nacional de Fuerza y Luz y el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), también reportaron la interrupción de sus servicios en algunos sectores de la zona.
En vista de la situación que enfrenta este sector del país, ayer el diputado por Turrialba, Wálter Coto, solicitó al Poder Ejecutivo la declaratoria de emergencia con el objetivo de que se facilite el suministro de ayuda a los miles de damnificados.
Continuará mal tiempo
El mal tiempo persistirá hoy en Limón y la zona norte, de acuerdo con evaluaciones efectuadas ayer, a las 5:30 p.m., por el Instituto Meteorológico Nacional (IMN).
Así lo informó Wérner Stolz España, el meteorólogo de turno, quien explicó que los trastornos también afectarán algunas zonas colindantes como Cartago, Heredia y Alajuela.
En Limón, especificó, la alarma roja se mantendrá en Pococí, Guácimo, Siquirres, Matina, Batán y el cantón central.
Stolz España concretó que en Cartago abarcará los cantones de Paraíso y Turrialba; en tanto que en Heredia y Alajuela, Sarapiquí y San Carlos, respectivamente.
Una buena prueba de la cantidad de lluvia que ha caído en la región -explicó el meteorólogo- es que solo entre las 5 p.m. del lunes y las 5 p.m. del martes, en Limón llovió un total de 224 milímetros, cantidad que supera el promedio de los 210 milímetros que se tenían previstos para todo el mes de febrero.
Mientras tanto, su colega Edwin Campos explicó que el fenómeno obedece a una intensificación en la velocidad de los vientos alisios, que se presentan hasta con ráfagas de 60 kilómetros por hora.
"Al chocar con nuestros sistemas montañosos provocan una especie de derrame sobre el Valle Central y, por supuesto, hacia la zona norte", puntualizó.