El Fiscal General, Jorge Chavarría, reconoció ayer que la liberación de cinco pescadores sospechosos de transportar 300 kilos de cocaína, se debe a algunas debilidades en las pruebas que hay contra ellos.
Los hombres viajaban en la embarcación Miss Jacky que fue interceptada por el Guardacostas de los Estados Unidos cuando navegaban 300 millas náuticas (555 km) al suroeste de Puntarenas, informó la Embajada de ese país.
Chavarría aclaró que las debilidades son momentáneas debido a que existen evidencias que todavía no son entregadas por los estadounidenses, como por ejemplo, el video de la captura.
El miércoles pasado, el juez penal de San José, Andrés Oviedo Sánchez, concedió la libertad a los hombres, previo pago de ¢100.000 de fianza.
Oviedo también les fijó las medidas cautelares de impedimento de salida del país, firmar cada ocho días en una sede judicial y tener domicilio y trabajo fijos.
Chavarría dijo que la decisión del juez se ajusta a los elementos de prueba que él tenía a mano en el momento de la audiencia.
“La resolución (del juez) puede ser la correcta”, declaró.
El fiscal general explicó que el hecho de que faltaran pruebas para el dictado de las medidas cautelares no significa que el caso se debilite ni que se pueda obtener una eventual condena contra los sospechosos.
Agregó que el video es un elemento complementario porque hay testigos del hecho que son los oficiales estadounidenses.
“Hay que hacer la tramitación formal para obtener esos testimonios. También hay que traducir los documentos que ellos entregaron”, dijo.
La Embajada de Estados Unidos informó el día de la detención de que los tripulantes de Miss Jacky tiraron paquetes de cocaína al mar cuando fueron descubiertos.
Gílbert Mayorga, codueño de la embarcación, afirmó que confía en la inocencia de los pescadores de su empresa pues los conoce desde hace muchos años y, además, los estadounidenses no han demostrado que ellos llevaban la droga en su embarcación.