Oponerse al imperialismo en Costa Rica, liderar luchas campesinas, ayudar a familias y respaldar a grupos centroamericanos: esas eran las consignas de la organización político-militar La Familia, cuya presencia en el país se evidenció en junio de 1981, con la detención de Viviana Gallardo Camacho y sus compañeros.
La estrategia del grupo de izquierda era la “guerra popular prolongada” y, según las autoridades, pretendía implantar una “dictadura del proletariado”.
Para financiar sus planes cometían robos y asaltos. Así reclutaban a nuevos miembros, de los que se sabía eran, principalmente, jóvenes universitarios y algunos profesores. Además, conseguían armas.
En escena. Entre las acciones con las que se relacionó al grupo La Familia estuvo la detonación de dos bombas en marzo de 1981: una cuando transitaba un vehículo de soldados estadounidenses, en Los Yoses de Montes de Oca y otra en la Embajada de Honduras, en el centro de San José.
Otra operación fue un mes después, cuando la agrupación intentó detonar el busto del expresidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy, en el parque de San Pedro (Montes de Oca).
Esa misión fue frustrada y los miembros de La Familia, que participaron, tuvieron un intercambio de disparos con oficiales. Algunos de los militantes fueron detenidos luego.
La siguiente acción, en la que finalmente cayeron los principales líderes del grupo, fue el 12 de junio de 1981, cuando Viviana Gallardo y otros compañeros trataron de asaltar una licorera en Guadalupe (Goicoechea).
En ese hecho no solo murieron tres policías (Rafael Godínez Mora, Luis Martínez Hall y Luis Anchía Álvarez) y un taxista (Miguel Aguilar Porras), sino también Carlos Enríquez, uno de los miembros de la organización socialista.
Esa misma noche, una mujer de Calle Blancos (Goicoechea) notó movimientos extraños, como la llegada de personas vestidas de traje, en la casa del frente. Al día siguiente avisó a la Policía, la cual determinó que en la vivienda se reunía la célula del grupo, calificado de extrema izquierda.
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