El 19 de noviembre de 1985, Evelyn María Bustos Villavicencio, de ocho años, desapareció luego de salir de la escuela. Cuatro días después, el cuerpo apareció semienterrado en un cafetal, en Guachipelín de Escazú.
Hoy, 28 años y ocho meses después del crimen, su madre Polonia Villavicencio Grijalba, de 67 años, afirmó: “ Cuando ocurren casos de niños desaparecidos uno sufre igual, por lo que uno vivió. Entonces, eso nunca pasa.
”Como le digo, fue muy duro porque uno pasaba día y noche sin dormir, sin comer, buscando por todos lados ahí donde vivíamos y fue donde primero la buscamos, donde ella apareció. ¿Cómo? no se sabe”, recordó esta mujer, quien ocho días después del asesinato se traslado a Alajuelita.
“Sí me arrepiento de haberme ido para allá. Solo he vuelto a pasar por ahí como tres veces porque voy donde unas amistades”, dijo.
Aunque durante la conversación se se mostró fuerte, en ocasiones, sus ojos se empañaron, lo que la obligó a hacer una pausa y luego continuó: “El de ahora me da una tristeza porque es un caso más o menos parecido. Uno piensa en la mamá y el papá. Yo lo que pienso es que la hayan vendido o que se llevaran para otro lado porque no aparece por ningún lado”.
Evelyn era la tercera hija de Polonia Villavicencio y José Bustos Viales. Luego del asesinato, tuvieron otros tres hijos y a la primera mujer que nació la llamaron María Evelyn. “Es para tenerla otra vez, aunque sea solo de nombre”, dijo.
Esta mujer, quien nunca habló con el asesino de su hija, dijo que solo sabe que ya salió de la cárcel.
Periodista en la sección de Sucesos. Trabaja en La Nación desde el 2000 siempre en la cobertura de asuntos de Sucesos y Jurídicos.
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