Limón La Asociación de Ministerios Pastorales de Limón, que reúne Iglesias como la metodista, católica, episcopal, bautista, morava, anglicana y otras, está dispuesta a contribuir para mitigar el problema de violencia en el Caribe.
Después del homicidio múltiple de octubre del 2016, en Cieneguita, se organizaron una marcha con carteles, jornadas de oración y se habló de buscar acercamientos con los grupos en pugna, como una forma de apostolado.
“Si los contactos no se han establecido, no quiere decir que ha cesado el interés de tender puentes con esos grupos, para que la calma regrese”, dijo Irma Watson, reverenda de la Iglesia episcopal, entidad que tiene 121 años en Limón.
El obispo católico de la diócesis, Javier Román, lamentó los hechos y expresó que se une al dolor de las familias.
“Es inaceptable que hasta niños pierdan la vida en conflictos de los cuales son ajenos”, dijo.
Afirmó que la tregua no ha existido, por lo que pidió más presencia de la Fuerza Pública, de forma permanente, no solo después de hechos dolorosos.
Preocupados Rubén Acón, presidente de la Cámara de Comercio Industria y Turismo de Limón, dijo que lo ocurrido el martes en Dondonia de Matama genera mucha preocupación.
La inquietud más inmediata la provoca un mensaje que circula en redes, donde se anuncian represalias, afirmó.
“El asesinato también afecta el turismo a mediano y largo plazo, máxime que viene después del homicidio de un fotógrafo canadiense en Puerto Viejo”, expresó Acón.
Para él, la imagen que aflora en San José, alimentada por los medios, proyecta un Limón inseguro, cuando lo cierto del caso es que sucesos como el de este martes, son de índole extraordinaria y aislados.
Expresó que son provocados por ajustes de cuentas, que se enmarcan en un segmento de la población muy minoritario, que no responde al sentir y, mucho menos ,a la forma de ser del limonense.