Bribrí. (Talamanca). Un individuo de 40 años, actualmente en fuga en el sector montañoso entre Bribrí y Sixaola, en Talamanca de Limón, y contra quien la Policía despliega un fuerte operativo de captura, registra cinco homicidios desde 1992.
El dato lo proporcionó el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), al revelar ayer detalles sobre Florentino Elizondo Ríos, el principal sospechoso de dar muerte, el martes anterior, a José Luis Torres Torres, de 21 años, y José García García, de 23, en Rancho Grande de Paraíso, en Bribrí.
El posible móvil del hecho fue que las víctimas descubrieron una plantación de marihuana, informó el OIJ. Sin embargo, aunque ayer se utilizó un helicóptero del Servicio de Vigilancia Aérea (SVA), no fue posible ubicar ese sembradío en la montaña.
Paralelamente, las autoridades judiciales indagaron a dos jóvenes de apellidos Castellón y Gómez, ambos de 18 años, que fueron detenidos el jueves en la noche, pues también se les vincula con el homicidio de Torres y García.
En un allanamiento a la casa de uno de ellos, se encontró un machete con rastros de sangre. La Policía informó de que las últimas víctimas fueron asesinadas con arma blanca.
Trayectoria. Florentino Elizondo nació en Pococí, Limón, y su primer lío con la justicia se registró el 1.° de abril de 1993, cuando, a los 19 años, siendo vigilante de un hotel en Barra del Colorado, mató de un balazo a su patrón, Guido Argüello Chaves.
El crimen se debió a que Argüello le llamó la atención a Elizondo por llevarse sin permiso la lancha del hotel por más de ocho horas y dejar a los huéspedes sin el único medio para trasladarse.
Elizondo fue detenido, pero quedó libre luego que un desconocido pagara una fianza de ¢25.000. Después huyó de la zona y fue arrestado el 8 de julio de 1998, en Sixaola.
El Tribunal de Juicio de Pococí lo condenó a 20 años de prisión el 1.° de octubre de 1998. Esa pena la cumplió el 28 de agosto del 2011, confirmó ayer el Ministerio de Justicia.
Bellanira Vindas Artavia, una vecina de Paraíso, confirmó que, tras de salir de la cárcel, Elizondo trabajó con su padre en agricultura y llevaba “una vida normal”.
De nuevo en problemas. Según el OIJ, Elizondo y otro joven no identificado son sospechosos de asaltar un autobús el 26 de julio del 2013, en Daytonia de Sixaola, hecho en el cual mataron de dos balazos al chofer, Helbert Álvarez Briceño. El OIJ lo vincula al caso pues los pasajeros lo reconocieron.
Desde ese momento, Elizondo –dijeron ayer vecinos– se marchó a vivir a la montaña y de forma esporádica aparecía en Paraíso.
El 12 de setiembre pasado, la Policía Judicial lo vuelve a relacionar con un crimen: el asesinato del finquero Rafael José Molina Rojas, en Suerre de Jiménez, en Pococí. Este hombre fue hallado con heridas de arma blanca y se presume que el móvil del homicidio fue el robo, pues su celular apareció en Bribrí.
Elizondo se desempeñaba como cuidador de una finca colindante con la de Molina y, desde que trascendió la noticia del asesinato, desapareció de Suerre.
El miércoles pasado, un testigo contó a la Policía que el sospechoso –con la complicidad de Castellón y de Gómez– mató a dos jóvenes cuyos cuerpos se localizaron el jueves. Bellanira Vindas narró que Elizondo llegó a su casa ese mismo día, se robó una bicicleta y le amenazó a un hijo.