Un chofer de ambulancia se salvó milagrosamente luego de que la unidad en la que viajaba cayó a un guindo en Potrero Grande de Buenos Aires, Puntarenas.
El cruzrojista fue identificado como Jorge Quiel Granda, de 37 años, y sólo sufrió golpes leves.
El hecho ocurrió ayer a las 2:30 a.m., a la altura del kilómetro 209, a unos 200 metros de la entrada a Térraba.
El hombre viajaba solo en el momento del accidente, por lo que él mismo tuvo que avisar a sus compañeros sobre el percance.
Al parecer, luego de hacer un traslado a la Clínica de Buenos Aires, el chofer iba de regreso a la sede de Cruz Roja del lugar.
De camino, se topó con un deslizamiento en una curva y se vio obligado a subir el vehículo a la montaña de rocas y escombros que había sobre la carretera.
La maniobra lo hizo perder el control de la unidad, se salió de la vía y terminó en un barranco al lado del río Grande de Térraba. El vehículo rodó unos 50 metros.
Al lugar llegaron unidades del Cuerpo de Bomberos, Cruz Roja de Buenos Aires, Fuerza Pública y de la Policía de Tránsito.
El bombero Francisco Abarca Cordero narró que, afortunadamente, no le pasó nada grave al chofer a pesar de la aparatosa caída.
El cruzrojista Fernando Flores Badilla dijo que al llegar al lugar, su compañero se encontraba estable dentro de la unidad.
“Fue muy difícil bajar el guindo porque era muy pronunciado, pero con la ayuda de los Bomberos y unas cuerdas, pudimos llegar y sacarlo del guindo”, describió.
La ambulancia se tuvo que sacar con la ayuda de una grúa.