Un ambiguo artículo de la Ley de Igualdad de Oportunidades para las Personas con Discapacidad, conocida como Ley 7600, es la que regula la seguridad del funcionamiento de un ascensor en el centro comercial La Talanguera, en Palmares, en el cual murió un niño de ocho años, el martes.
Se trata del artículo 44 que solo menciona que los ascensores “deberán contar con facilidades de acceso, manejo, señalización visual, auditiva y táctil, y con mecanismos de emergencia, de manera que puedan ser utilizados por todas las personas”, sin precisar en que consiste cada requisito.
Javier García, administrador del centro comercial, dijo que el aparato fue instalado cuando construyeron el edificio, hace más de 12 años, y fue autorizado por el Ministerio de Salud. Aseguró que el aparato cumplía con todas las disposiciones de la Ley 7600.
“El ascensor no tenía ningún problema. No se pegó ni sufrió ningún desperfecto. Tenía la señalización para que lo usaran personas adultas o mujeres embarazadas para cumplir con la Ley 7600 (...) no hemos tenido quejas de los usuarios. (...) ya hablamos con la familia del menor para lo correspondiente y en todo caso el edificio cuenta con una póliza de responsabilidad civil”, manifestó.
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El accidente se produjo el martes a las 3:17 p. m. cuando un niño de ocho años lo prensó la caja del ascensor (donde viajan las personas) con una de las paredes del edificio. La muerte fue inmediata, dijeron las autoridades.
De acuerdo con Luis Salas Sánchez, director de Operaciones del Cuerpo de Bomberos, existen varias clases de ascensores: los de uso para carga, los que regula la Ley 7600 y aquellos que se instalan para la seguridad humana, que son los supervisados por los Bomberos.
“Los que nosotros revisamos deben cumplir la norma activa Asme 17.1 (es una regulación mundial para la seguridad en los elevadores) que somete a los fabricantes a certificar la calidad del producto", relató.
A diferencia de la regulación de la Ley 7.600, con la norma activa Asme hay aspectos muy claros que deben cumplirse, como puertas automáticas que solo se abren cuando la caja donde viajan las personas está debidamente colocada.
La entrada del aparato tiene sensores láser, los cuales impiden que se cierren las puertas si hay una persona parada en el ingreso.
También la capacidad y peso están regulados y eso depende del tamaño de la caja en la cual viajan las personas.
“El ascensor no se mueve si hay sobrepeso ni tampoco si la puerta no está cerrada y, además, recuerde que deben estar sometidos a un estricto mantenimiento”, recalcó Salas.
¿Cómo ocurrió el accidente?
Al parecer, el martes, la víctima se encontraba jugando con un hermano menor, en uno de los pasillos del centro comercial, cuando por razones que se ignoran abrió la puerta del ascensor, que es de vidrio, y se asomó. Presuntamente, en ese momento, la caja venía subiendo del sótano del edificio.
Los familiares del niño se encontraban en un local comercial del mismo piso en una diligencia.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) informó de que el mecanismo de operación del ascensor fue revisado por oficiales quienes confirmaron que esta debe hacerse de forma manual, es decir hay una puerta de vidrio que tiene que jalarse con la mano para ingresar.
“La escena estaba muy clara, ni de parte del OIJ ni del Ministerio Público se pidió ese peritazgo. El lugar no quedo clausurado”, añadió la Policía Judicial.
Por su parte, el alcalde de Palmares, Hugo Rodríguez Estrada, dijo que este miércoles revisaron los permisos del centro comercial y todo está en regla. “Nunca recibimos una queja de mal funcionamiento y en todo caso ese aspecto ya corresponde al Ministerio de Salud”, manifestó.
La Nación contactó a Eugenio Androvetto de la Dirección de Protección, del Ministerio de Salud, quien solo se limitó a responder que no estaba autorizado para hablar sobre el tema.
Según Bomberos, en Costa Rica, los accidentes con ascensores certificados son mínimos y se limitan a fallas en el suministro eléctrico en el edificio donde se encuentran instalados.
“Debido al fallo eléctrico el ascensor se detiene y las personas quedan atrapadas pero nada más”, dijo Salas.
Sin embargo, agregó que en los últimos años se han tenido accidentes con ascensores artesanales. Uno de esos hechos sucedió el 2 de mayo del 2016 en un edificio en construcción cuando un trabajador murió decapitado por el aparato.