Un pistolero, con rasgos asiáticos, según testigos, asesinó la mañana de ayer de dos balazos en el pecho a un abogado quien prestaba dinero en su oficina, diagonal a la agencia del Banco de Costa Rica (BCR) en Pavas, San José.
Las autoridades judiciales identificaron a la víctima como Antonio Padua Barboza Rodríguez, de 75 años.
Según familiares y amigos, él no tenía enemigos conocidos ni portaba armas de fuego.
Este hombre, a quien vecinos recordaron como “muy amable y honrado”, atendía a clientes en su casa desde hacía más de 50 años.
Recibió los dos balazos a quemarropa y murió en el acto.
Desde hace varios años prestaba dinero, con intereses bajos, a quien lo necesitara, de acuerdo con informes en poder del OIJ.
Fueron atendidos por un nieto del litigante, solo identificado como Erick, de 25 años, quien les abrió la puerta sin sospechar nada. Uno de los sujetos se quedó hablando con el muchacho en la sala.
El otro, precisó la Policía, siguió hasta la oficina para encontrarse con el septuagenario y, sin decir nada, le disparó en el pecho.
Esta versión fue confirmada por Roberto Fueth, padre del joven, quien dijo ser hijastro del abogado asesinado y en el momento del crimen dormía.
“Todo fue muy rápido, los tipos salieron corriendo. No sabemos de amenazas, nada”, añadió visiblemente afectado, mientras esperaba que agentes del OIJ terminaran el levantamiento de indicios.
El pistolero y su cómplice abordaron un automóvil blanco que dejaron aparcado frente a la vivienda, según dijo Marco Barrantes, jefe de la Fuerza Pública en Pavas.
La muerte del profesional causó consternación entre vecinos que le tenían gran estima.
“Era un abogado amable, solidario, generoso y honrado”, afirmó Sixto Vásquez, de 65 años.
Recordó que “mucha gente lo buscaba porque no era usurero”.
Agentes judiciales entrevistaban ayer a familiares para obtener más datos sobre personas relacionadas con la víctima.