Una funcionaria del Registro Nacional invocó su “amistad” con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en un documento con el que pretendió estafar $90.000 al Instituto Nacional de Seguros (INS).
Sin embargo, en vez de obtener la indemnización, la sospechosa (de apellido Rojas y de 47 años) fue detenida ayer por agentes de la sección de Fraudes del OIJ.
Ahora deberá responder por ese hecho y también por los $36.700 que le reembolsó el INS. Ella reportó que, pese a tener una póliza, utilizó fondos personales para cubrir los gastos médicos en los que incurrió al sufrir un quebrando de salud mientras visitaba Perú, en el 2007.
Como parte de las pesquisas, los investigadores allanaron la casa de Rojas, cerca de la basílica de los Ángeles, en Cartago.
En esa localidad la sospechosa es una conocida activista de un partido político para el que ha trabajado como asesora legislativa.
“La versión (sobre la ayuda de Chávez) sonaba muy fantasiosa”, dijo el subdirector del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Francisco Segura.
Engaño. Rojas tenía meses de estar en la mira del Departamento de Investigaciones del INS.
El 21 de abril del 2008, reclamó a esa entidad $36.700 debido a los gastos en que incurrió por un problema de salud.
Alegó que el 28 de noviembre del 2007 suscribió un seguro de gastos médicos en el Aeropuerto Juan Santamaría, antes de partir a Lima, Perú..
La mujer sostuvo que durante su estadía en el hotel Sheraton sufrió un repentino desmayo por el que permaneció sedada tres días en la clínica privada Vesalio, en la capital de ese país.
Para sustentar su versión, presentó al INS un informe suscrito por la cirujana peruana Clementina Arnea Urcuyo. Eso le permitió hacer el cobro en Costa Rica.
Los investigadores descubrieron, con posterioridad, que ninguna doctora con ese nombre figura en el Colegio de Médicos de Perú.
Amigo presidencial. El 27 de marzo pasado, Rojas presentó al INS un nuevo reclamo por gastos médicos, esta vez por $90.017, luego de un supuesto accidente de tránsito en Lima, Perú, en una fecha no precisada (durante otro viaje).
La mujer declaró que un vehículo la arrolló en una céntrica calle y después se dio a la fuga, por lo que fue trasladada otra vez a la clínica Vesalio.
En ese centro médico permaneció internada hasta que recuperó el sentido. Como no quería estar allí (alegó que con la atención que le brindaron en el 2007 sufrió pérdidas debido al elevado costo de los servicios), pidió ayuda al presidente Chávez – según su decir – para que la movilizaran a Costa Rica.
Según Rojas, el mandatario venezolano le envió una aeronave-ambulancia desde Caracas a Lima, y en esta viajaban tres médicos, dos enfermeras, un piloto, un copiloto y un ingeniero de vuelo, quienes la trasladaron al Aeropuerto Juan Santamaría en un helicóptero Bell 412, donde la esperaba una ambulancia de la Cruz Roja.
De su atención aquí se encargó un médico privado que la visitaba en su casa. Ante las dudas que despertó la versión, el INS le solicitó (el 30 de abril) que explicara algunas inconsistencias
Fue así como determinaron que el caso obedecía a una estafa y que varios de los documentos presentados eran falsos, confirmaron voceros de la Policía Judicial.
“Este tipo de estafas son muy comunes, sobre todo en materia de accidentes”, comentó el subdirector del OIJ.
El mes pasado, la Policía Judicial detuvo a un matrimonio por fingir la muerte del hombre en un accidente de tránsito en Tipitapa, Nicaragua. La viuda recibió ¢14,8 millones de la póliza de vida, así como ¢750.000 para el funeral.
Los agentes judiciales encontraron al hombre en un almacén de Sarapiquí, donde laboraba. El sujeto (de apellido Muñoz) gozaba de buena salud.