EscucharCorresponsal GN San José (Redacción). Esta mañana inció en los Tribunales de Puntarenas el juicio por el decomiso de 890 kilos ocultos dentro de tiburones congelados que fueron exportados en barco, el 18 de mayo del 2009, desde el puerto de Caldera, Puntarenas.
En ese debate, por el delito de tráfico internacional de drogas, están acusadas cuatro personas: el supuesto líder de la organización, de apellido Ceciliano ; la esposa de este, apellidada Segura; un contador, apellidado Jiménez; y un directivo de la compañía sospechosa del embarque, de apellido Guzmán.
Ellos fueron aprehendidos el 19 de junio del 2009. Los oficiales de la Sección de Estupefacientes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) capturaron a Ceciliano en el aeropuerto internacional Juan Santamaría cuando pretendía viajar a Ecuador.
La Policía de Yucatán descubrió el cargamento de casi una tonelada de cocaína oculta dentro de los estómagos de 97 de tiburones congelados que fueron exportados en barco.
Los dos contenedores con escualos iban dirigidos a la empresa Tenería del Caribe Manufacturera, en Jalisco, que produce calzado, carteras y maletines con base en piel de tiburón.
El tribunal está conformado por los jueces Geovanny Hernández (presidente), Marco Jiménez y Nancy Fernández. En el debate participarán 25 testigos.
Rafael Gairaud, abogado defensor de Ceciliano, mencionó: “El día de hoy damos inicio el juicio que se le acusa a Ceciliano, mi defendido, por el delito de narcotráfico donde se le vincula supuestamente por introducir droga en vástagos de tiburones, los cuales se decomisaron en muelle de Caldera. Lo que pasa es que Ceciliano vende los tiburones a mexicanos y son ellos, los mexicanos, los que le introdujeron la droga. Este proceso lleva ya cuatro años, y en el debate lo que vamos a demostrar es que Ceciliano es inocente y no es parte de esta red de narcotráfico”.
A los imputados no se les impuso ninguna medida de prisión preventiva, solamente firmar cada 15 días y no abandonar el país mientras se desarrolla el juicio.
Durante el inicio del debate, ocurrió un problema técnico en la grabación del audio, por lo que se tuvo que suspender durante 50 minutos mientras se resolvía la falla.
